El siglo XXI se ha planteado como el desarrollo de tecnologías de eficiencia energética. El transporte o la iluminación led ha impacto claramente en el turismo, cambiando numerosos modelos de negocio.
Bien es cierto que, desde principios de siglo venimos hablando de la revolución digital, pero la herramienta tecnológica que más nos está permitiendo avanzar es la del transporte.
Téngase en cuenta que, para poder ir a cualquier punto del planeta, ya no es necesario invertir una excentricidad de dinero, ni de tiempo, por un billete de avión.
Esto se ha conseguido gracias a los avances en la tecnología aeronáutica, y en la consecución de unos sistemas de consumo de combustibles cada vez más eficientes.
En estas décadas la ingeniería del transporte aéreo ha hecho muchos esfuerzos por conseguir reducir los costes en los consumos de combustibles, primero fue de la mano del uso de biocombustibles, lo que provocó grandes movimientos de capitales en materias primas.
Las inversiones en sectores primarios por parte de las empresas tecnológicas provocó grandes aumentos en los precios de dicho sector, generando problemas en los mercados alimentarios, sobre todo en países en vías de desarrollo.
Eficiencia en el transporte y hotelería
La revolución iniciada en la ingeniería aeronáutica ya es imparable, no sólo se ha conseguido que los aviones se muevan gracias a biocombustibles, sino que se ha conseguido reducir los consumos necesarios para poder alimentar los sistemas de vuelo, y de servicios dentro de los aviones.
Estas mejoras tecnológicas también se han conseguido en las herramientas y tecnologías que son necesarias en los sistemas lumínicos, climatización, etc.
Lo que avanza en un ámbito, es útil y extrapolable a otros sectores, es por ello por lo que, en el ámbito turístico, nos encontramos con varias oportunidades que se han podido utilizar para mejorar la experiencia vital de los clientes que consumen servicios de alojamiento hotelero.
Revolución lumínica hotelera
El consumo energético en el sector turístico es uno de los grandes caballos de batalla para poder controlar los costes variables en las empresas. Teniendo en cuenta la alta variación que está teniendo el coste de la energía en España, con crecimientos constantes de más de un 20% interanual, nos encontramos con grandes dificultades para poder hacer previsiones de gasto en los presupuestos.
La buena gestión hotelera está basada en modelos que obtienen, a través de inversiones adecuadas, mejoras en rentabilidades, en ratios de eficiencia y en el desarrollo de servicios comprometidos con el entorno
Los grupos hoteleros son uno de los grandes perjudicados por el crecimiento de los costes en materia energética en España, pero no sólo ellos, los pequeños hoteles se juegan, en esos porcentajes de aumento del precio del Kilovatio, el margen de beneficio que les permite poder tener un remanente para inversión, innovación y mejoras para la temporada siguiente.
Esta búsqueda de mejoras en el control de costes ha llevado a que su demanda tienda hacia las tecnologías de bajo consumo energético, y que, con ello, la calidad del servicio que dan a sus clientes no se vea mermada.
La reducción en costes lumínicos ya no supone una pérdida de iluminación del negocio, se ha encontrado una tecnología que es capaz de ser lo suficientemente potente como para iluminar igual, o con mucha mayor calidad lumínica que la que conocíamos hasta la fecha.
Esto supone no sólo ahorros en costes por iluminación, sino que ayuda a que la eficiencia hotelera se convierte en una herramienta multidimensional para reducir su huella de CO2, ser más eficiente, ser medioambientalmente responsables, y beneficiarse de pingües ahorros económicos.
La buena gestión hotelera está basada en modelos que obtienen, a través de inversiones adecuadas, mejoras en las rentabilidades, en las ratios de eficiencia, y en el desarrollo de servicios cada vez más comprometidos con el entorno, no sólo medioambiental, sino también económico y social.
Los hoteles medioambientalmente responsables tienen una muy buena aceptación por parte de sus clientes, sino que incentivan este buen ejemplo y son modelo a seguir y a imitar, también, en la vida cotidiana.
Esta ventaja competitiva de los negocios hoteleros cumple con los planteamientos de la última cumbre contra el cambio climático y los hace partícipes activos para conseguir una mayor sostenibilidad del sector.
Impulso tecnológico constante en el turismo
El sector hotelero en particular, y el sector turístico en general han jugado un importante papel en la mejora tecnológica constante, lo que supone también mejoras en las vías de comunicación, en los canales de comercialización y en la forma de entender hasta los precios de los productos que atraen la atención de la demanda hotelera.
El control de costes de la revolución lumínica en los hoteles ha venido por la utilización de la tecnología LED como una de las incorporaciones de la innovación más directas en esta materia
En la gestión hotelera una de las premisas prioritarias ha sido la consecución de certificaciones que muestren a los potenciales clientes que se cumplen buenas prácticas basadas en criterios de sostenibilidad, y no sólo eso, sino que la propia legislación se ha dirigido al cumplimiento de estas ideas, desde la aprobación en España del Real Decreto 235/2013, por el que se aprobaba la realización del certificado energético de los edificios existentes.
La planificación estratégica de los hoteles a través de su ideario de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), incluyen aquellas que cuiden por el medioambiente, no sólo trabajan por el clima laboral de sus recursos humanos, sino que se trata de inculcar la colaboración entre los diferentes stakeholders en el entorno en el que llevan a cabo su actividad empresarial, para que todos ellos contribuyan a la mejora de la eficiencia en la gestión hotelera.
El control de costes y esa revolución lumínica que comentaba anteriormente ha venido dada por la utilización de la tecnología LED, como una de las incorporaciones de la innovación más directas en esta materia dentro de los servicios de iluminación de los establecimientos hoteleros.
Gestión energética hotelera
La necesidad de esta innovación no viene sólo dada por el mejoramiento de la calidad en la iluminación de los hoteles, sino que se consigue, a través de la ventaja competitiva una nueva vía de control de costes en la gestión de los hoteles, con ello, grandes ahorros de gasto energético para los grupos hoteleros y para los hoteles de carácter familiar y de pequeño tamaño.
Los consumos energéticos que se pueden controlar los vamos a poder agrupar en 3 grandes grupos:
- Iluminación
- Climatización ambiental
- Caldera de aguas sanitarias
El control en los consumos hoteleros había llegado a grandes reducciones de gastos a través de la mejora en los procedimientos y en cambios en los servicios de alojamiento como, por ejemplo:
- Consumo de agua.
- Servicio de lavandería (toallas, sábanas, etc.).
- Productos de limpieza (detergentes).
- Amenities en habitación (gel y champú).
- Climatización inteligente (control de temperatura en zonas comunes y en habitaciones).
Sector hotelero español
Los diferentes planes estratégicos de Turismo en España vienen profundizando en la intención de aumentar la competitividad turística del país, pero no sólo a través de la mejora en la calidad, sino en la mejora de la experiencia turística de los visitantes que, bien siendo turistas domésticos (españoles) o siendo turistas internacionales (extranjeros) generen mayor gasto turístico en nuestro territorio.
Dicho lo cual, una de las premisas por las que el sector turístico es tan competitivo es por la cantidad y buena calidad de la planta hotelera que tiene España como destino turístico genérico.
En esto podríamos añadir que si tenemos en cuenta que el turismo de sol y playa es la base fundamental de la atracción turística en España, también hemos de tener en cuenta que, si se aplicara en toda la planta hotelera de sol y playa estas estrategias de control de costes supondrían una gran cantidad de reducción de la huella de CO2 de nuestro país.
La oferta hotelera española de carácter regulado en nuestras costas basa su fuerza en los grupos de 3, 4 y 5 estrellas, cuyos servicios son mucho más completos cuantitativa y cualitativamente con respecto a la competencia de países del entorno.
Nos encontramos que, en la actualidad, los destinos que pueden resultar nuestra competencia están ampliando sus potencialidades de negocio en la temporada 2019.
La opción que queda a los grupos hoteleros es un proceso de inversión que mejore las expectativas de control de costes en materia lumínica, pues, si lo extrapoláramos a toda la planta hotelera costera en España podría traer unos importantes ahorros en consumo por iluminación, tanto en las zonas comunes de los hoteles como en las habitaciones de los clientes.
De manera paralela a otras acciones e inversiones que tengan que ver con la climatización inteligente de los establecimientos, y del control de temperatura de las aguas sanitarias.
Si tenemos en cuenta los ahorros que podemos obtener en un establecimiento hotelero, según un modelo creado al amparo de los consumos de un hotel de 4 estrellas de la Costa del Sol, nos encontramos con que dichos consumos pueden calcularse en torno a un 15% en los consumos de la tecnología lumínica gracias al uso de tecnología LED en las habitaciones y en las zonas comunes de los hoteles.
Por Ignacio Ruiz Guerra – Universidad Complutense de Madrid