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La necesidad de analizar la Resistencia Insulínica en los reconocimientos médicos

La diabetes es una enfermedad con alta prevalencia en la población con el agravante de que es una patología infradiagnosticada. Un estudio realizado por Quirónprevención a una amplia población de trabajadores sugiere incluir un análisis para medir la resistencia a la insulina en los reconocimientos médicos, ya que es la antesala a la enfermedad de la diabetes tipo 2. Lo explica el doctor Antonio Moreno, coordinador de I+D+i – Medicina del Trabajo en la compañía líder en salud laboral.

Según diversos estudios, la incidencia de la diabetes está aumentando a nivel mundial. La prevalencia es tan alta que se puede hablar sin tapujos de una pandemia. ¿Cuáles son los principales factores que están favoreciendo este incremento de casos? 

Los principales factores de riesgo que favorecen un incremento en la prevalencia de la diabetes tipo 2, son principalmente mantener una situación de sobrepeso u obesidad y la edad, ya que dicho riesgo aumenta con los años. También influyen los antecedentes familiares.

Pero los factores que más están aumentando el incremento en el número de casos (incidencia) y la prevalencia son, principalmente y entre otras, aquellos factores vinculados a hábitos de vida inadecuados, como por ejemplo una dieta inadecuada, el consumo excesivo de ciertas sustancias y productos como el alcohol o las bebidas con alto contenido en azúcares,  el mantenimiento de una situación de sobrepeso u obesidad (ya citado), el sedentarismo y su no compensación a través de la realización de ejercicio físico de forma regular y adecuado a las características de cada persona.

Dr. Antonio Moreno, coordinador I+D+i - Medicina del Trabajo en Quirónprevención
Dr. Antonio Moreno, coordinador I+D+i – Medicina del Trabajo en Quirónprevención.

Al problema del sedentarismo, mala alimentación y obesidad se le une un gran número de casos no diagnosticados. ¿Por qué hay tanto infradiagnóstico y cómo se combate esta situación? 

El infradiagnóstico de la diabetes tipo 2, es algo que se está produciendo en diferentes países y entornos, de hecho, tanto la Sociedad Española de Diabetología, como la Fundación Internacional de la Diabetes, han destacado este hecho en sus respectivos informes en más de una ocasión.

La causa principal es que en la diabetes tipo 2, siendo su origen multicausal, tiene una presentación progresiva en cuyas fases iniciales no sólo no hay síntomas, sino que incluso las cifras de glucosa en sangre (glucemia) en ayunas, pueden ser normales, siendo una situación irreal.

Cuando se hace el diagnóstico, puede haber pasado un tiempo (variable) en el que se pueden haber producido ya algunos daños. Por eso, desde Quirónprevención, hemos realizado un estudio para valorar el uso de indicadores preventivo – predictivos que ayuden a desenmascarar una posible situación de prediabetes o de resistencia a la insulina, de tal manera que se puedan instaurar tratamientos preventivos en fases muy precoces del proceso y, con ello, evitar en lo posible el desarrollo de la enfermedad y sus posibles daños asociados y complicaciones.

El estudio de Quirónprevención: conclusiones

Quirónprevención ha desarrollado un importante estudio epidemiológico en más de 300.000 trabajadores en España para conocer la prevalencia de la DM2. ¿Cuáles son las conclusiones más relevantes de esta investigación? 

Si bien son varias, expondremos a continuación las más significativas.

Una de las más importantes, es el hecho de haber identificado que el uso del Índice de Resistencia Insulínica, nos ayudará a “identificar” personas que están en situación de infradiagnóstico de posible diabetes.

La resistencia a la insulina es un factor crucial en el desarrollo de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2), ya que las células no responden adecuadamente a la insulina (hormona producida por el páncreas) que ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre. De no actuar sobre esa situación, terminarán por desarrollar una diabetes tipo 2, con lo que ello conlleva.

La resistencia a la insulina es un factor crucial en el desarrollo de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2), ya que las células no responden adecuadamente a la insulina (hormona producida por el páncreas) que ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre”

Presentan aumento de la glucosa en sangre (glucemia >= 110 mg/dl en caso de prediabetes y >= 126 mg/dl para la diabetes) un 11% de la población estudiada, estando el 6% en rango clínico de prediabetes y el 5% en rango de diabetes.

A este respecto, el 16% de personas que tienen cifras normales de glucemia (glucosa en sangre), desconocen que tienen alterada la Resistencia Insulínica y que, por tanto, están en riesgo de poder desarrollar prediabetes o diabetes según su evolución.

El 23% de las personas estudiadas, presenta Resistencia Insulínica elevada, lo que les identifica como personas en potencial riesgo de llegar a desarrollar diabetes y síndrome metabólico.

Como parámetro de riesgo de diabetes tipo 2, el 37% de la población estudiada presentaba sobrepeso y un 20% obesidad.

Por último, dentro del estudio y como un subgrupo poblacional estudiado, de las personas con glucemia normal, un 27% presentaba cifras de hemoglobina glicosilada elevadas (prueba de diagnóstico de diabetes), de los cuales, el 25% se encontraban en situación de prediabetes y el 2% en situación de diabetes.

En definitiva, podemos afirmar que la inclusión y determinación del Índice de Resistencia Insulínica en los exámenes de salud en el ámbito laboral (también conocidos popularmente como reconocimientos médicos del trabajo), ayudará a desenmascarar las cifras tan altas de infradiagnóstico que existen en relación con diabetes tipo 2.

De esta forma, se podrían evitar no sólo muchos de los daños para la salud de este tipo de procesos y de sus complicaciones, sino también y en concreto de una de sus complicaciones de mayor riesgo, como es el caso de la enfermedad cardiovascular.

Además, contribuirá a disminuir los costes sanitarios de la diabetes tipo 2, que en España alcanzan los 5.809 millones de euros anuales, en costes directos, según datos del Atlas de la Diabetes de la Federación Internacional de Diabetes y los más de 15.500 millones en costes indirectos.

¿Hay algún primer síntoma evidente que alerte de la posibilidad de padecer diabetes? 

Hay que distinguir entre la diabetes tipo 1 o insulinodependiente, que sí presenta una serie de síntomas de forma “inicial” y más rápida, y la diabetes tipo 2 que siendo debida a causas multifactoriales, pero sobre todo, a una mala función metabólica de la insulina, los síntomas pueden ser mucho más leves y tardar años en aparecer o ser evidentes. Ésta precisamente, es una de las causas del infradiagnóstico ya mencionado.

En cualquier caso, los síntomas más frecuentes que pueden darse en la diabetes, si bien pueden presentarse otros según las características del proceso y de la persona que la padezca, son: Sensación excesiva de sed, aumento de la necesidad y frecuencia de orinar, visión borrosa ocasional, sensación de cansancio, hormigueo y entumecimiento en manos o pies (de diferente intensidad), encías rojas, inflamadas y sensibles y, en ocasiones y sobre todo en la diabetes tipo 1, pérdida de peso no intencionada e involuntaria.

La influencia de la genética

¿Cómo influye la genética en el desarrollo de la enfermedad? Si padres y abuelos han tenido diabetes, ¿yo también voy a padecerla? 

La influencia genética en el desarrollo de una posible diabetes es diferente si hablamos de la diabetes tipo 1, aquella en la que no se produce insulina por diferentes causas, de ahí que se conozca como diabetes insulinodependiente, que si hablamos de la diabetes tipo 2, con causas principalmente metabólicas.

La diabetes tipo 2 tiene un vínculo genético que puede hacer que las personas con antecedentes familiares tengan más riesgo de desarrollar la enfermedad. Hay varios genes involucrados, y las personas que así lo deseen, pueden averiguar si tienen dichos genes, a través de una serie de pruebas genéticas.

De esta forma y según diferentes estudios y estimaciones, las personas con un progenitor diabético tienen alrededor de un 40%, aproximadamente, de posibilidades de desarrollar la enfermedad, mientras que si ambos padres son diabéticos, el riesgo puede llegar aumentar a un 70% aproximadamente.

También es de interés, mencionar que ciertos grupos étnicos tienen mayor propensión a padecer diabetes tipo 2, al igual que las personas a partir de cierta edad. De esta forma, la diabetes es más común en personas afroamericanas, hispanas o latinas, indígenas estadounidenses, estadounidenses de origen asiático o nativas de las islas del Pacífico y, en relación con la edad, es más frecuente en personas de 45 años o más.

Aunque haya un diagnóstico de diabetes, ¿es posible frenar la evolución del proceso y prevenir sus complicaciones? ¿Qué hábitos habría que tener en consideración? 

Si se padece la enfermedad, aun teniendo una predisposición genética a la misma y sobre todo, en la diabetes de tipo 2, existen una serie de medidas que ayudan a prevenir o a mejorar su control y evolución, según sea el caso, más allá de la medicación que, si es necesaria, le prescriba su médico especialista.

Estas medidas son, entre otras posibles: Perder peso y mantenerlo posteriormente en rangos de normalidad, seguir un plan de alimentación saludable y adaptado a los requerimientos y características de la persona, hacer ejercicio físico de forma regular y personalizada, evitar hábitos insalubres como el exceso de alcohol o el tabaco y realizarse controles periódicos de su estado de salud a lo largo del tiempo.

Estudiar la Resistencia Insulínica en los reconocimientos médicos

En todo caso, parece clave que en los reconocimientos médicos se tenga muy presente en la incidencia de la diabetes y la prediabetes en los trabajadores…

El reconocimiento médico o examen de salud en el ámbito laboral, tiene una doble finalidad. Por un lado, el cumplir con los requerimientos establecidos en la normativa vigente para preservar la salud individual de las personas trabajadoras en el ámbito de la Salud Laboral o la necesidad, si fuera el caso, de tener que adaptar el puesto de trabajo a sus características personales.

Además, dicho examen de salud o reconocimiento permite a ayudar a identificar la situación de posibles enfermedades preexistentes, conocidas o no por la persona y que puedan afectar a la capacidad del trabajador para realizar su actividad, a su salud individual y al potencial riesgo de sufrir accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo.

“Si se padece la enfermedad, aun teniendo una predisposición genética a la misma y sobre todo, en la diabetes de tipo 2, existen una serie de medidas que ayudan a prevenir o a mejorar su control y evolución, según sea el caso”

Se están lanzando al mercado fármacos que parecen ser muy eficaces para combatir la diabetes. ¿Podremos hablar de un modo diferente sobre la diabetes pasados unos años de impacto de estos medicamentos? 

A este respecto, lo primero que hay que aclarar es que estos medicamentos suelen usarse en la diabetes tipo 2 y por tanto, “no cambiarán en esencia” la prevención, situación y abordaje de la diabetes como tal.

Este tipo de medicamentos están diseñados para reducir los niveles de glucosa en la sangre cuando la dieta y el ejercicio por sí solos no ayudan lo suficiente y mejorar, en algunos casos, la eficacia metabólica de la insulina.

Su eficacia, depende del momento de administración y del tamaño de la dosis usada. Ha de tenerse en cuenta que, los medicamentos que se toman para otras enfermedades o afecciones que no sean la diabetes, también pueden afectar los niveles de glucosa en la sangre.

La mejor elección para el tratamiento y control de la diabetes tipo 2, es realizar un adecuado estilo de vida, adoptar una dieta saludable, hacer ejercicio y mantener un peso saludable dentro de rangos de normalidad, sin embargo, en muchas ocasiones también es necesario el uso de medicamentos para mantener la glucosa en sangre en un nivel saludable y para reducir la influencia de los factores de riesgo, sobre todo hasta que se vaya controlando el proceso.

Estos medicamentos que ha mencionado, ayudan al control de algunos de los signos (elevación de la glucemia, obesidad, etc…) o de factores como un aumento excesivo del apetito, entre otros. Han de ser utilizados a diario y en caso de suspenderse, si no se han corregido hábitos insalubres y otros posibles factores de riesgo o predisponentes, la enfermedad volverá a presentar síntomas y a descontrolarse nuevamente.

Además, estos productos, como cualquier otro medicamento, presentan una serie de efectos secundarios que deberán de ser controlados y evitados usando una pauta y dosis progresiva, prescrita por un profesional.

Siempre es bueno que haya fármacos que ayuden a controlar una enfermedad. No obstante, ¿usted sería más partidario de incidir en los hábitos como medida de tratamiento? 

Además de lo expuesto con anterioridad, el primer abordaje de la diabetes tipo 2 o de muchos otros procesos en el ámbito de la salud, es prevenir y evitar los factores de riesgo y las situaciones desencadenantes de una determinada enfermedad.

Cuando se padece diabetes, es importante mantener los niveles de glucosa en la sangre dentro de los límites recomendados, lo que se hace de forma diferente según el tipo de diabetes que se padezca. En el caso de la diabetes tipo 2, lo importante es mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de los límites de normalidad.

La mejor forma de prevenir, retrasar la aparición de esta enfermedad o de ayudar a controlarla con la “menor medicación posible” e incluso, de poder retirar la mayor parte de dicha medicación (o casi toda) en un momento determinado, es siguiendo un plan de alimentación adecuado y con un consumo reducido y adaptado de calorías, reduciendo el peso y manteniéndolo dentro de rangos de normalidad y realizando actividad y ejercicio físico de forma adecuada la mayoría de los días de la semana.

¿Qué nos puede decir sobre la innovación en los dispositivos de control de la diabetes? ¿Cuáles son las últimas novedades conocidas? 

En los últimos años, se han mejorado y desarrollando nuevas tecnologías para el control tanto de la Diabetes tipo 1, como para la de tipo 2. Entre algunos de ellos, podemos encontrar, desde monitores continuos de medición de la glucosa (MCG), hasta bombas para la administración de insulina (de última generación), pasando por sistemas de páncreas artificial y parches de insulina inteligentes.

Para el uso y la gestión de todo ello, vistas al paciente que padece diabetes, se han desarrollado algoritmos que permiten “de forma inteligente” usar uno o más de estos dispositivos, independientemente o en asociación, para su puesta en marcha o parada automática o para regular la liberación de insulina.

Como últimas novedades, durante este 2024, se esperan mejoras en los sensores de glucosa que van vinculados a bombas de insulina, al igual que en estas últimas, siendo de aplicación en la diabetes tipo 1 y en diabetes tipo 2 que no respondan a otro tipo de tratamientos o medidas.

Existen proyectos basados en lo que se conoce como “células beta artificiales”. Las células beta son las responsables de producir insulina cuando se producen aumento en los niveles de azúcar en sangre. Este proyecto está en fase experimental y lo desarrolla la Universidad de Carolina del Norte.

Estas células serían introducidas en los pacientes a través de inyecciones subcutáneas, o mediante la colocación de un parche en la piel. De esta forma, se evita o minimiza la “autoadministración” de inyecciones de insulina por parte del paciente. Se pretende que estas células artificiales suplan la función de las células beta del páncreas.

 

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