Si 2020 ha sido el año de la pandemia, la paralización y la crisis, en 2021 reinará la incertidumbre en la gestión de las Pymes. No es nuevo esto de la incertidumbre puesto que el mundo y España en particular vienen de una década más que dubitativa en lo economía motivada por momentos como la crisis financiera o el Brexit.
Así pues toca adaptarse de nuevo a esta nueva situación en la que sí o sí los negocios tendrán que aprender a convivir con la incertidumbre y encontrar las oportunidades que existan en el mercado. La española de ERP para Pymes, Datisa, asegura que es posible encontrar esas oportunidades desde distintas disciplinas desde uno de estos software de gestión.
Las oportunidades que se presentan en un año de incertidumbre
Gestión comercial
En 2020 muchas pymes vieron cómo se desplomaron sus ventas. Sin embargo, un análisis detallado de los resultados debería arrojar luz sobre su gestión comercial y determinar qué clientes fueron los más estables o los que resultaron menos afectados por la situación del mercado, de qué artículos se incrementó o decreció la demanda y qué oportunidades comerciales -si las hay- se han podido pasar por alto.
En 2021 será importante mejorar el desarrollo comercial y el apoyo a aquellos mercados que han mostrado más estabilidad y potencial de crecimiento. Para minimizar los riesgos es aconsejable evitar la dependencia excesiva de un único cliente o tipo de cliente, revisar la cadena de proveedores y abastecimientos y “ensanchar” los canales de venta, especialmente, vía online. Un sistema ERP puede ayudar a identificar las causas de las posibles ineficiencias, y también, a poner en marcha una gestión comercial más flexible, eficiente y rentable.
Planificación financiera
Aquí el foco debe estar puesto en la optimización de los costes y en el flujo de efectivo. No son, ni mucho menos, los únicos elementos que se deben tener en cuenta, pero sí son, dos de los criterios que pueden llegar a marcar la diferencia. Cualquier cambio que se lleve a cabo, ya sea en el ámbito de la gestión comercial o en cualquier otro entorno operativo implicará el ajuste o reasignación de los costes relacionados. Por eso, es importante, no solo tener la información, sino la capacidad de análisis necesaria para entender el impacto de las decisiones que se toman.
En su planificación financiera de 2021 las pymes deberán incluir un análisis exhaustivo de los costes para poder determinar cuáles son esenciales, cuáles se pueden reducir, o cuáles son redundantes. En esta revisión exhaustiva de los costes también será clave revisar los precios de los contratos de larga duración y, de cara a la planificación, seleccionar, evaluar y renegociar las condiciones con los proveedores. De nuevo, la utilización de una plataforma ERP será clave para encontrar la información, analizar y actuar en consecuencia, siempre sobre los criterios de eficiencia, efectividad y rentabilidad.
Con respecto al flujo de caja hay que destacar que ha sido clave para la supervivencia de muchos negocios durante la crisis. Por lo tanto, en la planificación financiera de 2021 las pymes incluirán, seguro, el flujo de efectivo necesario para proporcionarles el control óptimo.
Inversión tecnológica
Los desafíos que han enfrentado las pymes en 2020 han puesto en valor la importancia de disponer de una base sólida para el trabajo en remoto y el intercambio fluido de información. Por eso, las pequeñas y medianas empresas ya tienen claro el impacto de disponer de una plataforma TI óptima para resolver estas demandas.
Ahora bien, más allá de ese primer escalón, las pequeñas y medianas empresas, piensan ya en la tecnología no solo para satisfacer sus necesidades operativas, sino para integrar la tecnología con el negocio. Es decir, utilizar las soluciones tecnológicas, especialmente los sistemas ERP, para implementar procesos más eficientes, mejorar la transparencia, optimizar sus ventas, facilitar la comunicación con sus clientes y mejorar su experiencia, aumentar la fidelización y mejorar la gestión de todas sus operaciones.
Isabel Pomar, CEO de Datisa, concluye que en el ecosistema pyme es clave entender el comportamiento de los mercados y las ventas, pero también, combinar ese conocimiento con información estratégica y consistente sobre la gestión de los costes o el flujo de efectivo, por ejemplo. Y, por supuesto, ahora más que nunca, será determinante analizar el impacto de la COVID-19 sobre estos factores clave para poder tomar las decisiones correctas.