El leasing de vehículos puede ser una interesante opción para algunas empresas. Pero hay que tener en cuenta que, como cualquier otra modalidad, presenta determinadas desventajas a considerar.
En este artículo vamos a hacer una evaluación de todo lo que engloba el leasing, así como de sus pros y sus contras. Échale un vistazo y, según tu tipo de empresa, y teniendo en cuenta tus objetivos, podrás determinar si te interesa o no.
¿A qué llamamos leasing?
El leasing es una alternativa para conducir un vehículo sin tener que pagar lo que cuesta uno nuevo. Es un contrato de alquiler, con la particularidad de que se tiene la posibilidad de adquirir del vehículo en el momento en el que el trato termina.
No solo eso, sino que podemos ponernos en contacto con la empresa que nos ofrece el contrato de leasing para conseguir un importante descuento en el precio del vehículo.
Si no hay deseo de quedarse con el coche, existen 2 opciones:
- O bien se sigue con el leasing, pero con un nuevo vehículo.
- O bien podemos terminar con el acuerdo.
Generalmente, la duración de un contrato de leasing es de unos 2 años. Durante ese tiempo, ninguna de las partes podrá romper el contrato. Si se viesen forzadas a hacerlo, tendrían que abonar una indemnización.
¿Pero solamente se aplica a vehículos?
Lo más habitual es que si, pero no se limita únicamente a autos. También es posible encontrar, por ejemplo, leasing informático; es aquella modalidad que permite a la empresa tener equipo tecnológico actualizado a los nuevos tiempos, sin que tengan que invertir en el alto coste que entraña comprarlo todo nuevo.
¿Qué beneficios tiene el leasing para empresas?
Vamos a entrar en materia: describimos los principales beneficios del leasing para empresas.
1. Optimiza los recursos de la empresa
Un contrato de leasing permite a la empresa optimizar sus recursos, para que puedan hacer más sin necesitar tanto.
Las empresas de este momento tienen unos presupuestos muy justos, y no siempre es factible meter en ellos la compra de un coche nuevo. Sin embargo, si que es fácil meter el gasto que entraña un contrato de leasing.
Y es que esto incluye el pago de pequeños cargos mensuales por el vehículo que se esté alquilando, algo complemente sostenible.
La empresa encontrará en el leasing una forma de superar aquellos límites que se establecen en el presupuesto, pudiendo acceder a recursos a los que difícilmente podría llegar de otra manera.
2. Muchas posibilidades de financiación
Con el leasing podemos finalizar hasta el 100% del valor de determinados activos. Siguiendo el ejemplo del leasing informático, es posible financiar desde ordenadores, portátiles o periféricos. También podemos conseguir buenas posibilidades de financiación en vehículos, software, maquinaría, impuestos, incluso en otros tantos activos.
Aquellas empresas que están empezando en el mercado se encontrarán con que el desembolso económico que deben llevar a cabo es muy alto.
3. Una buena manera de protegerse contra la inflación
Muchas empresas ven la luz con el leasing debido a que es una interesante manera de luchar contra la inflación. El hecho de comprar tecnología ahora mismo, incluso aunque sea la más puntera del mercado, podría no ser demasiado producente, a no ser que se vaya a aprovechar al 100%.
No pasarán ni unos meses hasta que dicha tecnología empiece a estar obsoleta.
El leasing para empresas es una interesante alternativa al renting, ya que nos permite adquirir el equipo al coste que tiene hoy, aunque el pago se lleve a cabo mes a mes.
Es una interesante fórmula de vitar que se incremente el precio de los bienes y rentabilizar la inversión.
4. La alternativa contra la obsolescencia
La tecnología avanza a pasos de gigante y los equipos cada vez son más innovadores.
Una empresa que quiera contar con lo último de lo último en el mercado podrá apostar por el leasing para reponer sus equipos y amortizarlos.
Evitará que tengamos que hacer una gran inversión en equipos que no habremos terminado de amortizar y ya se hayan quedado obsoletos.
5. Condiciones económicas muy versátiles
Las entidades que se encargan de proporcionarnos los productos del leasing son propietarias de los mismos durante toda la duración del contrato. Por ello, en el caso de que se produzca algún incidente, siempre y cuando se cumplan ciertas particularidades, podremos optar por la garantía. Además, en el caso de que se produzca algún impacto, pueden liquidar el bien para afrontar gastos.
Todo esto permite que aquellas entidades que se decidan por un contrato de leasing consigan condiciones más flexibles e interesantes frente a otras alternativas de financiación.
El hecho de poder quedarnos con los equipos o vehículos al final del contrato también resulta una opción muy interesante por si nos gusta lo que tenemos, por si nos funciona y no queremos cambiarlo.
6. Nos ayuda a tener otras alternativas de financiación abiertas
En cualquier momento podemos tener un apuro financiero, o la idea de extendernos a nuevos mercados, y será en ese momento cuando puede que necesitemos la financiación bancaria. La gran ventaja del leasing es que nos permite mantener abierta la posibilidad de pedir un crédito en el banco en cualquier momento.
Las entidades bancarias son reacias a concedernos un préstamo si ya tenemos uno. En cambio, si hemos apostado por la modalidad de leasing, no tendremos ningún problema para solicitarlo.
7. Beneficios fiscales
Además, el leasing le puede salir rentable a la empresa debido a que es un mecanismo financiero que nos puede aportar una larga serie de deducciones a nivel fiscal. En cuanto al IVA, el autónomo o empresa se lo puede desgravar, lo que hará que se tenga mayor liquidez mes a mes.
En conclusión, el leasing es una modalidad de contrato muy interesante para la empresa, pero habrá que valora si realmente es interesante. Puede suponer ese recurso que estábamos buscando para financiarnos mes a mes, y que al mismo no tiempo no nos comprometa en exceso.