Por Dario García – analista de XTB
El Banco Santander ha presentado sus resultados del segundo trimestre y del primer semestre completado. En estos informes la entidad presidida por Ana Patricia Botín ha declarado unas pérdidas históricas de 10.798 millones de euros en los primeros seis meses del año 2020, tras un ejercicio de transparencia mucho más riguroso de su balance que en el pasado trimestre. En esta ocasión ha reconocido la pérdida de valor de negocios e inversiones en relación con el que hasta ahora había sido o estaba anotado en sus cuentas.
Entre otros, el punto de su balance que más ajuste a dividendos, ha sido el fondo de comercio, donde recordemos se recoge el valor intangible de algunos negocios por los que en su momento pagó una cuantía superior al valor de mercado, confiando en su futura generación de beneficios.
El aspecto geográfico de esta pérdida ha sido clave, entre ellos los tres grandes puntos de pérdidas de este fondo de comercio han sido el Reino Unido, Estados Unidos y Polonia.
Además su negocio principal hipotecario en España ha sido otro de los puntos clave donde se ha realizado este ajuste a la baja, teniendo en cuenta las pérdidas contables derivadas de la última crisis hipotecaria, que generaron plusvalías fiscales y que todavía no han utilizado.
El mercado, por su parte, no se ha tomado bien este resultado y las acciones del banco han caído un 5% a primera hora de la mañana del día 29 de julio, y aunque vincula el ajuste al empeoramiento de las perspectivas económicas, se preguntan porqué este brusco ajuste en estos momentos.
Es muy posible que lo que haya aprovechado el impacto inicial del primer trimestre para no presentar unos resultados tan malos de los que realmente podrían haber sido y aprovechar el plazo temporal de otros 3 meses, para presentar estos informes semestrales con la realidad del balance de la entidad bancaria.
Resultados económicos condicionados por ajustes y provisiones
Además el gran ajuste, también ha incrementado las provisiones para cubrir las pérdidas económicas por impagados o dudoso cobro a nivel hipotecario.
Es muy probable que con las nuevas reglas del juego que ha establecido la actual situación económica, el banco ajuste sus criterios a la hora de conceder préstamos tanto a particulares como a empresas, por lo tanto revisará de manera más minuciosa las concesiones, durante este segundo semestre que queda del año 2020, para intentar mantener sus ratios estables.
De hecho, el Banco Santander, una de las cosas que ha criticado ha sido la recomendación de Christine Lagarde de no pagar dividendos, ya que consideran que no todas las empresas o las entidades bancarias tienen las mismas capacidades de generar beneficios y, por lo tanto, la capacidad de remunerar a sus accionistas.
Aunque a nivel de precios el Banco Santander es muy interesante, el principal atractivo de una compañía que históricamente ha pagado dividendos es, precisamente, que lo siga haciendo. Por lo tanto, considera que la recomendación pseudo-impuesta por el Banco Central Europeo debería tener unos filtros a la hora de discernir entre unas compañías y otras.