Los resultados de Iberdrola cumplen a nivel global, pero caen en España. Le salva su venta del 8% de Siemens Gamesa, obteniendo unas plusvalías de 484,5 millones de euros.
Iberdrola ha anunciado sus resultados trimestrales en los que ha obtenido un beneficio neto ordinario de 968 millones de euros en el primer trimestre del año, un 5,3% más que en el mismo periodo de 2019. La entidad explica que estos números no hubieran sido posibles sin su ambicioso plan inversor, que se cifra desde inicio de 2019 hasta este primer trimestre de 2020 en casi 9.900 millones de euros. Prácticamente la totalidad de este importe se ha destinado a renovables y redes.
Por otro lado, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) de Iberdrola ha aumentado en la misma línea, con un crecimiento del 5,8%, hasta 2.750,6 millones de euros. El grupo ha continuado avanzando por tanto en sus proyectos en todo el mundo, que suman más de 8.500 megavatios (MW) de capacidad. Solo entre enero y marzo, ha instalado 1.200 nuevos MW y, durante los últimos 12 meses, ha añadido 5.500 MW de potencia hasta alcanzar un total de 53.270 MW. Todo ello, aumentando el flujo de caja un 3,7% hasta los 2.111,9 millones de euros.
Bajada de negocio en España
La internacionalización vuelve a darle réditos a Iberdrola a diferencia del mercado español. A nivel nacional, la compañía ha reducido su beneficio neto un 7%, aunque también ha priorizado inversiones, cuyo crecimiento es de un 51%. Hay que tener en cuento que las condiciones del mercado en España, menos demanda y mayor crecimiento de los precios mayoristas, son excepcionales en el estado de alarma actual.
Lo cierto es que los resultados podían haber sido peores de no se por la venta del 8,07% de las particiones de Siemens Gamesa. Así, el beneficio neto reportado ha alcanzado los 1.257 millones de euros, en los cuales se han contabilizado los ingresos de 1.099,5 millones de euros de Siemens Gamesa, con unas plusvalías de 484,5 millones de euros en el trimestre.
Iberdrola es optimista con el futuro
De cara al resto del ejercicio, las inversiones previstas por valor de 10.000 millones de euros, las medidas adoptadas contra la COVID-19 y el impacto del resultado extraordinario por la venta de la participación en Siemens Gamesa permiten a Iberdrola mantener sus previsiones para el año. La empresa espera, por tanto, que a fin de ejercicio crezca tanto el beneficio neto como el dividendo.
Entiende Iberdrola que la vuelta a la normalidad debe tener una orientación hacia la economía verde. Ignacio Galán, presidente de la energética, explica existe consenso total en que el camino de la recuperación económica debe ser necesariamente verde, con la lucha contra el cambio climático como elemento central. Contamos para ello con planes claros tanto en Europa, con el European Green Deal, como en España, con el PNIEC. Iberdrola está totalmente preparada para sumarse a esta tarea”.
Por último, destacar que Iberdrola cumplirá con su compromiso de dividendo con sus más de 600.000 accionistas, que recibirán un dividendo complementario de, al menos, 0,232 euros brutos por acción. Este importe, sumado a los 0,168 euros brutos por acción ya abonados en febrero, resulta en una retribución al accionista con cargo a 2019 de 0,40 euros brutos por título, con lo que se alcanza con tres años de antelación el suelo fijado para 2022.