Tras más de dos meses de confinamiento, las rutinas y estilo de vida de los españolas han cambiado y «todos estos cambios han exigido y exigen de nosotros grandes esfuerzos de adaptación y, hasta que se consigue, muchos de nosotros presentamos sintomatología diversa, como depresión, estrés o ansiedad«, comenta la psicóloga del Hospital Quirónsalud Málaga, Carmen Barceló.
Tras este tiempo del Servicio de Terapia y Rehabilitación a través de teleconsulta ofrecido gratuitamente por el mismo equipo, se han tratado 53 pacientes, un 38% de hombres frente a un 62% de mujeres, la mayoría con sintomatología ansiosa depresiva producida por el virus y el confinamiento entre otros.
De hecho, «el mayor número de consultas, el 66%, han sido sobre el confinamiento y sus restricciones, provocando dificultad para conciliar el sueño, incapacidad o dificultad para concentrarse, dificultad adaptativa a la nueva situación, preocupación o incertidumbre por el futuro, Irritabilidad, llanto frecuente sin causa aparente, embotamiento emocional o comportamientos de rasgos obsesivos-compulsivos relacionados con la limpieza y desinfección de viviendas, productos adquiridos y alimentos, entre otros», comenta la psicóloga del hospital malagueño.
El porcentaje del duelo reportado de las consultas psicológicas de Quirónsalud Málaga
De este 66%, un 8,5% han sido pacientes en duelo. «Esta excepcional circunstancia ha conseguido que los fallecimientos de los seres queridos sean más duros al no poder llevar a cabo los rituales de despedidas estándar, ya que el no poder despedirse de nuestro ser querido dificulta y endurece el duelo», declara.
Los sanitarios que estaban en primera línea de atención a los pacientes Covid han supuesto un 17% de las llamadas. «Todos ellos han manifestado sintomatología de ansiedad moderada o severa y malestar emocional relacionado con miedo a un posible contagio propio y, sobre todo, de sus familiares», relata la especialista. «En la mayoría de los casos han expresado síntomas como irritabilidad, dificultad para desconectar de sus tareas profesionales, dificultad para conciliar y mantener el sueño y sintomatología física relacionada con la ansiedad», especifica.
El 9,5% han sido pacientes y familiares con intensa preocupación por el pronóstico de su familiar enfermo y por el propio contagio y el de los demás familiares. Según Carmen Barceló, «presentaban sintomatología de ansiedad moderada relacionada con el aislamiento y malestar emocional reactivo a la experiencia vivida en ese momento, relacionado con el estrés y la incertidumbre por la enfermedad».
El 7,5% restante pertenece a pacientes oncológicos con ansiedad moderada y siempre relacionada con su propio estado de salud y por la continuidad de sus tratamientos. «De éstos, el 25% han pasado además por la enfermedad del Covid-19».
Sintomatología frecuente: incertidumbre, estrés…
Todos los pacientes que han asistido al Servicio de Terapia y Rehabilitación, independientemente de su origen o su relación con el coronavirus, han presentado reacciones similares ante la incertidumbre, el estrés, la confusión y el sentimiento de vulnerabilidad.
«Entre los síntomas más destacados, encontramos hipocondría y sensación de estar enfermo con somatizaciones físicas de la ansiedad, pensamiento anticipatorio, insomnio o dificultad para mantener un sueño reparador, irritabilidad, bajo ánimo y pérdida de la concentración y la motivación, preocupación intensa por los contagios, comportamientos obsesivo-compulsivos relacionados con las conductas de higiene y autocuidado y sentimiento de tristeza ante lo acontecido o sentimiento de duelo por la pérdida del contacto social y por el fallecimiento de algún ser querido», relata la psicóloga.