Hoy es el Día Mundial del Ictus, una patología que representa la primera causa de muerte en la mujer y la segunda entre la población general española. Son datos que nos aporta el Dr. Rafael Arroyo, Jefe del Departamento de Neurología del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo, quien informa que cada año se producen más de 100.000 episodios de ictus.
Asimismo, la Federación Española de Daño Cerebral Adquirido) añade que el 80% de los casos de personas que viven con daño cerebral proceden de un ictus. Este porcentaje es mucho maño que traumatismos y otras causas y elevan la importancia del tratamiento y prevención del ictus en las personas.
La gestión de los tiempos, clave en un episodio de un ictus
Dadas las secuelas puede tener un ictus en un individuo, la primera y más importante clave es actuar con rapidez. Aquí entra en escena una innovadora herramienta que tiene la Unidad de Ictus de Ruber Juan Bravo para gestionar los casos urgentes en el Hospital Universitario Quirónsalud, La Luz y Quirónsalud Sur. Se trata del sistema de Teleictus, el cual permite a los neurólogos atender por teleconferencia y en tiempo real en cualquiera de los servicios de urgencias de los citados hospitales.
De esta forma, los tratamientos comienzan sin demoras una vez estabilizado el cuadro inicial. El siguiente proceso es el traslado del paciente al Hospital Ruber Juan para vigilar su evolución en su unidad especializada. “La atención inmediata es esencial para mejorar el diagnóstico y reducir el riesgo de secuelas, por lo que aseguramos una asistencia urgente las 24 horas en los 5 centros que integran la unidad -destaca el Dr. Arroyo.
La asistencia en la unidad de ictus de Ruber Juan Bravo: un nuevo sistema de monitorización
Además de contar con el sistema de Teleictus, la otra gran innovación está en el seguimiento de la evolución de los pacientes con ictus, especialmente en fases agudas de la enfermedad. Ruber Juan Bravo ha incorporado un nuevo espacio con un sistema de monitorización y de constantes. Según explica el Dr. Jaime González-Valcárcel, Coordinador de la Unidad de Ictus de Quirónsalud Madrid, el espacio dispone de 4 camas con monitorización, un neurólogo (de presencia física en turnos de mañana y tarde y de guardia localizada de noche), un especialista en medicina intensiva (de presencia física las 24 horas) y una enfermera por turno (mañana, tarde y noche) dedicada exclusivamente a los pacientes de la unidad.
En cuanto al equipamiento técnico, destacan 4 monitores para monitorización cardiaca y tensional y pulsioximetría, además de un sistema móvil de teleictus que permite al neurólogo poder reevaluar a los pacientes de manera inmediata en cualquier momento.
Eficacia aprobada
La gestión que se hace desde esta Unidad de Ictus, creada hace cinco años, ha demostrado su eficacia en el manejo de pacientes con ictus en fase aguda, ya que ha permitido mejorar su pronóstico, disminuyendo los riesgos asociados. En su balance, el 76% de los pacientes son independientes a los 3 meses de haber sufrido un ictus y tienen una tasa de mortalidad por debajo del 7%, cifras que sitúan la asistencia ofrecida en un nivel de excelencia.
“La existencia de un espacio específico dedicado a la unidad de ictus, con personal médico y de enfermería especializado y enfocado al manejo de esta patología facilita además la aplicación de protocolos clínicos complejos, asegurando una atención individualizada de calidad para nuestros pacientes”, concluye el Dr. Arroyo.
Desde 2017, la Unidad reciba una media de 300 pacientes al año, cifras que han ido aumentado en los últimos años, con una estancia media en la Unidad de 2 días y una estancia media de hospitalización de 4,5 días, plazos todos ellos “muy razonables”.