Las proteínas desempeñan un papel fundamental como macronutrientes esenciales, siendo vitales para llevar a cabo diversas funciones vitales. Su función principal es estructural, pero también desempeñan roles hormonales, enzimáticos, de transporte, entre otros. Es por ello que los suplementos nutricionales se hayan puesto tan de moda entre la población, especialmente aquella que quiere mejorar sus rendimientos en el ámbito deportivo.
En este post, damos a conocer la valoración de una experta sobre estos añadidos y cuáles son las pautas para alcanzar el equilibrio perfecto entre salud y rendimiento deportivo.
El uso de los suplementos nutricionales
Empezando por el tipo uso que se le está dando actualmente a los suplementos nutricionales, hay que decir que estos compuestos están destinados a corregir deficiencias de nutrientes específicos. Entre los suplementos más utilizados se encuentran los de proteínas, los cuales se emplean para cubrir o aumentar las necesidades proteicas según los objetivos individuales.
En el ámbito deportivo, por ejemplo, se utilizan para mejorar el rendimiento al proporcionar energía adicional y permitir entrenamientos más continuados gracias a una mejor recuperación. También se emplean en poblaciones que pueden experimentar pérdida de masa muscular, como personas mayores o pacientes con Sarcopenia, entre otros.
«Estos suplementos aportan beneficios siempre y cuando se consuman bajo una recomendación médica o en el caso de deportistas profesionales o amateurs”, señala Belén Fontán Calvo, especialista en Dietética y Nutrición del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo. Cuando esté indicada su ingesta, una de las formas más fáciles para tomar estos suplementos nutricionales son los famosos batidos.
Su uso excesivo puede tener efectos no deseados…
Sin embargo, la experta advierte que el uso no controlado de estos suplementos en deportistas no profesionales a menudo está motivado por la insatisfacción corporal, con muchos buscando «ganar músculo» y «perder peso» sin ajustar adecuadamente sus entrenamientos y dietas.
Es esencial destacar que un suplemento nunca debe sustituir una buena alimentación, un entrenamiento adecuado ni un descanso suficiente. El uso no controlado de estos suplementos puede tener efectos adversos, como mareos, insomnio, diarrea o dolor abdominal, y a largo plazo, problemas renales y osteoporosis debido a la sobrecarga proteica.
Para elegir un suplemento proteico adecuado, es crucial asegurarse de que sea legal, dada la cantidad de fraudes en torno a los suplementos deportivos. Esto se puede verificar a través del listado de suplementos aprobados por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA). Además, la seguridad y eficacia del suplemento deben respaldarse mediante estudios científicos.
El ajuste de la cantidad de proteínas debe ser personalizado, situándose en un rango de 0,8 a 1,2 gramos por kilogramo de peso al día para la población general y pudiendo aumentar a valores entre 1,5 y 2,5 gramos para la población deportista.