Hoy 20 de abril España se quita las mascarillas y tras esta medida de avance surge otra cuestión derivada de la psicología. Los expertos están alertando de problemas de salud mental como la agorafobia o trastornos de ansiedad que están viendo en numerosos pacientes. Problemas cuya raíz esta en el cerebro, que se muestra como impulsor u obstáculo para la resolución de problemas en el ser humanos.
Y es que el cerebro y la capacidad intelectual de las personas está detrás de inventos extraordinarios a lo largo de la historia de la humanidad. Los más relevantes de la era actual son las tecnologías que salvan vidas u otros dentro del campo de la nanotecnología y la industria aeronáutica.
El cerebro también es responsable de nuestro sufrimiento
Así como nuestro intelecto está detrás de lo mejor, también es artífice lo peor, hablando de los problemas de salud mental de las personas. Antonio de Dios, jefe del Servicio de Psicología de Quirónsalud Marbella, explica que nuestro cerebro también “se afana con la misma intensidad en mantener las defensas que en generar nuestro malestar más hondo. Es el que crea y sostiene muchas de las enfermedades mentales y el origen de nuestro sufrimiento más profundo”.
Una explicación desde las estructuras cerebrales
En su explicación, el doctor se basa en la estructura de nuestro cerebro. “Mucho antes de que la evolución nos aportase corteza cerebral (inteligencia) teníamos el bulbo raquídeo y el sistema límbico (conocido como cerebro emocional). Este último se encarga de nuestra supervivencia activando una respuesta inmediata de estrés ante amenazas. Una de sus características fundamentales es que recibe información de cualquier estímulo externo seiscientos milisegundos antes de que llegue a nuestro cerebro racional. Esa anticipación hace que reaccione automáticamente de una manera muy básica, ya que fue creado en los primeros tiempos del ser humano cuando había que reaccionar rápidamente para salvar la vida. Los peligros a los que nos enfrentamos ahora han cambiado radicalmente y requieren respuestas sociales, emocionales e inteligentes más que físicas.”, detalla Antonio de Dios.
Memoria emocional
Desde la propia niñez, los bebés necesitan aprender y, de alguna manera, entrenar al cerebro para hacerlo menos vulnerable. Cuando se cubren unas necesidades esenciales como el cuidado físico, el niño aprende nociones de protección y cuidado, por ejemplo. Esta conducta, asevera el doctor, se graba en el cerebro emocional con una subida de dopamina, que es “un neurotransmisor conocido como la Hormona de la Felicidad, que nuestro cerebro busca constantemente y es la responsable de las adicciones”.
Ahora bien, en ese intento de buscar siempre la mejor versión aparecen sentimientos como la frustración, la inestabilidad emocional y otros trastornos.
¿Cuál es la clave para evitar que nuestro cerebro sea el origen de los trastornos psicológicos?
A fin de evitar que el cerebro sea el impulso de tales reacciones en las personas, el doctor del hospital marbellí aporta las siguientes claves a trabajar en los individuos:
- Autoevaluación: ¿Quién soy realmente, más allá de mis miedos?, ¿Cuáles son mis valores?
- Coherencia: adquirir un compromiso de coherencia con nuestros valores y tomar decisiones en base a esos principios personales.
- Coraje: para enfrentarnos a los miedos grabados en nuestro cerebro límbico y soltar los anclajes de las defensas elaboradas a lo largo de nuestra vida. Ser consciente de que ahora somos un adulto con plenas capacidades para cuidar y dar seguridad a un niño.
- Cariño: si nos tratamos bien a nosotros mismos, como se cuida a un bebé vulnerable, tendremos la fuerza suficiente para afrontar los retos diarios.
- Constancia: puesto que hemos repetido ciertos comportamientos durante años que han creado conexiones neuronales muy profundas, ahora debemos tener perseverancia para repetir las nuevas conexiones que reestablezcan nuestro equilibro interior.
- Corazón: Cuando acallamos los pensamientos de la mente, se abre un espacio de silencio en el que podemos escuchar al corazón y no se trata de un sonido figurativo sino lo que los japoneses llaman KoKoRo. Cada latido genera un impulso electromagnético lleno de información que manda a todas nuestras células y que compartimos con los demás que se encuentran en nuestro campo bioenergético. Si conectamos con el corazón, conectamos con nuestra esencia.