¡Cuántas veces se ha confundido la depresión como en episodio de tristeza pasajera! Tratar la depresión empieza por reconocer y diagnosticar un problema desde el punto de vista de salud mental. En este sentido, la psiquiatría tiene las herramientas necesaria para su abordaje. La explicación que comparte para Directivos y Empresas el jefe de Equipo de la Unidad de Psiquiatría de Ruber Internacional Centro Médico Habana, el doctor Jaime Adán Manes, deja claro que un enfoque holístico puede solucionar este trastorno a medio largo plazo en los pacientes.
Dentro de la salud mental, una de las prioridades actuales para el sistema sanitario, la depresión y las adicciones se encuentran entre los trastornos más relevantes, afectando a millones de personas en todo el mundo. En primer lugar, el psiquiatra sostiene que es importante comprender la conexión entre estos dos problemas para buscar un tratamiento adecuado.
Así se encuentra un paciente con depresión
De esta vinculación se puede explicar el perfil más común entre los pacientes con depresión. Estos son los síntomas más habituales antes de tratar la depresión:
- Estado de ánimo deprimido persistente.
- Pérdida de interés o placer en actividades previamente disfrutadas.
- Alteraciones en el apetito y el sueño, como insomnio o hipersomnia.
- Fatiga constante y sentimientos de inutilidad o culpa excesiva.
- Dificultades para concentrarse y tomar decisiones.
- Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.
“Es esencial reconocer la gravedad de la depresión para entender cómo se entrelaza con las adicciones y cómo ambas condiciones dificultan el proceso de recuperación si no se abordan de manera integral”, explica el Dr. Adán.
El vínculo entre la depresión y las adicciones
La explicación del especialista prosigue con la vinculación bidireccional entre los dos trastornos. Según el doctor, la depresión puede llevar al uso de sustancias como una forma de automedicación, mientras que las adicciones agravan los síntomas depresivos, formando un ciclo perpetuo. Entre los factores clave que subyacen a esta conexión, destacan los tres siguientes:
- Hipótesis de la automedicación: Las personas con depresión buscan aliviar temporalmente sus síntomas recurriendo a sustancias o conductas adictivas.
- Factores neurobiológicos compartidos: Alteraciones en los sistemas de recompensa del cerebro y desequilibrios en neurotransmisores, como la dopamina, predisponen a ambas condiciones.
- Ciclo vicioso: La adicción intensifica los sentimientos de desesperanza y aislamiento propios de la depresión, mientras que la depresión aumenta la vulnerabilidad a las conductas adictivas.
“Este ciclo refuerza la necesidad de abordar ambos trastornos de forma integrada, considerando que no es posible tratar uno sin atender al otro”, recalca el Dr. Adán.
El perfil de una personas con adicciones
Dicho lo anterior, los principales elementos que distinguen a un persona adicta sería una ansia intensa por un sustancia o actividad; la pérdida de control sobre el consumo; la tolerancia y síndrome de abstinencia, que refuerzan la dependencia; y el abandono de responsabilidades y actividades importantes. “Las adicciones no solo deterioran la salud física, sino también el bienestar emocional, generando conflictos en las relaciones interpersonales y en el ámbito laboral”, señala el especialista.
Un enfoque holístico para la recuperación
Trabajando sobre este modelo holístico que contempla múltiples factores, el responsable de la Unidad especializada del Ruber Internacional Centro Médico Habana comenta que existen varias formas de tratar la depresión con el objetivo de lograr una recuperación sostenible a largo plazo.
La farmacoterapia es una de las opciones. El uso de medicamentos está indicado para estabilizar los síntomas depresivos y reducir la dependencia a sustancias. Tras esta primera decisión, el paciente puede acudir a terapias del tipo cognitivo-conductual (TCC), diseñadas para cambiar patrones de pensamiento y comportamiento perjudiciales.
Asimismo, los grupos de apoyo se designan como espacios para compartir experiencias, promover la motivación y construir redes de apoyo. Adicionalmente, los expertos promueven y facilitan estrategias para mejorar hábitos relacionados con la alimentación, el sueño y el ejercicio, contribuyendo al bienestar general.
“El objetivo no es solo aliviar los síntomas, sino proporcionar a los pacientes las herramientas necesarias para romper el ciclo de la depresión y la adicción”, concluye el Dr. Adán.