El ejercicio físico es fundamental para mejorar la calidad de vida y prevenir la aparición de enfermedades. Según los expertos del Hospital Universitario Infanta Elena, ubicado en Valdemoro, la práctica de actividad física regular no solo mejora el bienestar físico, sino que también tiene un impacto positivo en la salud mental.
Para promover estos beneficios, el hospital ha implementado una estrategia centrada en la prescripción de ejercicio como parte de su línea de trabajo en prevención y promoción de la salud.
Beneficios del ejercicio en diversas patologías
La Dra. Albina Melo, directora de Continuidad Asistencial del hospital, destaca que el ejercicio físico tiene efectos positivos en casi todos los órganos del cuerpo. Los estudios han demostrado que su práctica regular retrasa la aparición de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer y el párkinson, y mejora la capacidad cognitiva y del aparato locomotor. Además, reduce el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el de mama y colon, y ayuda a controlar patologías comunes como la hipertensión arterial y la diabetes.
En concreto, el ejercicio puede reducir la mortalidad en torno a un 20-25%, especialmente en personas con buena condición física. Los pacientes con enfermedades cardiovasculares también pueden beneficiarse enormemente de la práctica de ejercicio, ya que reduce entre un 20 y un 25% el riesgo de sufrir una cardiopatía. En muchos casos, los especialistas del Hospital Infanta Elena consideran que el ejercicio bien realizado puede tener la misma efectividad, o incluso más, que algunos tratamientos farmacológicos.
Recomendaciones para la práctica del ejercicio físico
Para maximizar los beneficios del ejercicio, los expertos del hospital recomiendan combinar ejercicio aeróbico con ejercicio de fuerza. Actividades como caminar, nadar o trotar durante 30 o 40 minutos a un ritmo adecuado para cada persona son excelentes opciones. Es fundamental adaptar la intensidad del ejercicio a las condiciones físicas de cada individuo para evitar sobrecargar el organismo.
La combinación de ejercicio aeróbico con entrenamiento de fuerza permite ganar musculatura y mejorar la resistencia física, siempre manteniendo la moderación. Un enfoque progresivo es crucial, especialmente para personas que han estado inactivas durante un tiempo o tienen condiciones médicas subyacentes.
Importancia de la progresividad y chequeos previos
Para las personas mayores de 60 años, es esencial realizar un chequeo médico antes de comenzar cualquier régimen de ejercicio. Este examen permite evaluar el estado físico y determinar si existen factores de riesgo que deban tenerse en cuenta. La Dra. Melo subraya la importancia de evitar el sedentarismo, ya que muchas de las patologías atendidas en consulta derivan de la pérdida de capacidad funcional que ocurre con el paso del tiempo.
Los adultos mayores que comienzan a hacer ejercicio desde cero deben hacerlo de manera progresiva y moderada, ya que tienen más riesgos que aquellos que ya tienen experiencia en el entrenamiento físico. En los casos donde se quiera realizar ejercicio más vigoroso, es recomendable hacer un electrocardiograma o una prueba de esfuerzo para asegurarse de que no haya contraindicaciones.
El ejercicio como parte de un estilo de vida saludable
La actividad física es un componente esencial en el estilo de vida saludable, al igual que la dieta mediterránea, afirma la Dra. Melo. El ejercicio no solo previene la aparición de enfermedades, sino que también contribuye a una mejor evolución en quienes ya las padecen. De hecho, la actividad física regular puede mejorar notablemente la calidad de vida, retrasar la progresión de las enfermedades y reducir la necesidad de ciertos medicamentos.
Promoviendo el ejercicio en diferentes grupos de pacientes
El Hospital Infanta Elena ha diseñado una serie de recomendaciones personalizadas para diferentes perfiles de pacientes, como las personas mayores o aquellas que padecen enfermedades cardiovasculares o problemas en el aparato locomotor, como rodilla, hombro o columna. Estos consejos se enfocan en fomentar una práctica de ejercicio adaptada a las necesidades de cada paciente para mejorar su estado físico y general.
El hospital también está promoviendo el ejercicio como una estrategia preventiva, haciendo hincapié en la importancia de mantenerse físicamente activo para evitar complicaciones de salud a largo plazo.
El ejercicio físico no solo mejora la calidad de vida, sino que también es una herramienta eficaz en la prevención de enfermedades y la mejora del bienestar general. Los expertos del Hospital Universitario Infanta Elena recomiendan adoptar hábitos de actividad física regular, ajustados a las capacidades y necesidades de cada persona, como una de las mejores formas de cuidar la salud física y mental.
Además, es esencial realizar chequeos médicos previos, especialmente en personas mayores o con condiciones preexistentes, para asegurar una práctica del ejercicio segura y efectiva.