Muchas personas en España no tienen la calidad del sueño adecuada, lo que afecta sobremanera a su bienestar y a su vida en general. Siendo esto una obviedad, gran parte de este colectivo no va al médico para tratar este problema. Dormir mal puede deberse a múltiples factores que, a priori, un ciudadano de a pie no se para pensar.
En el país hay unidades del sueño de referencia como la que se ubica en el Hospital Quirónsalud Córdoba, la cual trabaja en coordinación con áreas como Neurofisiología, Neumología, Otorrinolaringología, Psiquiatría, Psicología, Nutrición, y Cirugía Oral y Maxilofacial. El carácter multidisciplinar habla de un problema que se debe abordar de una manera integral.
La doctora Carmen Gutiérrez, coordinadora de la Unidad del Sueño del Hospital Quirónsalud Córdoba, es también especialista del servicio de Neurofisiología del centro y está acreditada por la European Sleep Research Society (ESRS) como experta en medicina del sueño. La experta explica que los trastornos del sueño son comunes y variados, pudiendo afectar a personas de todas las edades y disminuir significativamente su calidad de vida.
Factores que afectan a la calidad del sueño
El sueño está regulado por dos procesos principales: el homeostático, que es la necesidad básica de dormir, y el circadiano, que controla el ciclo de sueño-vigilia y determina nuestro estado de alerta durante el día y el sueño durante la noche. Sin embargo, factores tanto internos como externos pueden desincronizar estos procesos y afectar nuestra calidad de sueño.
Entre los factores internos, se encuentran la edad, el género, las condiciones de salud y las alteraciones hormonales, mientras que entre los factores externos destacan la exposición a la luz, el consumo de ciertos medicamentos y los cambios en los patrones de actividad, como los viajes de larga distancia.
Aunque se recomienda dormir entre 7 y 8 horas en adultos, la cantidad de sueño necesaria puede variar entre personas, y lo más importante es la calidad del sueño y cómo nos sentimos al despertar, explica la doctora Gutiérrez.
Cultivar buenos hábitos de sueño requiere perseverancia y constancia, evitando bebidas estimulantes, el tabaco y el ejercicio físico antes de acostarse, y manteniendo condiciones óptimas de temperatura y comodidad en el dormitorio. Además, es importante mantener una hora de despertar constante y evitar compensar la falta de sueño durante el día, ya que esto puede empeorar el problema.