Gracias a un webinar organizado por el Hospital Universitario Fundación Jiménez, hemos podido conocer cómo aborda la enfermedad renal crónica uno de los hospitales más punteros de España. No se trata de una enfermedad cualquier, pues se prevé que sea la sexta causa de muerte en España en el año 2040.
¿En qué consiste la enfermedad renal crónica?
Antes de empezar, conviene saber que la enfermedad renal crónica es una afección en los riñones con una duración de más de tres meses por la que se puede necesitar la sustitución del órgano mediante diálisis o un trasplante, siendo la primera alternativa la opción más frecuente, según señala el Dr. Alberto Ortiz Arduan, jefe del Servicio de Nefrología e Hipertensión de la Fundación Jiménez Díaz.
En la detección precoz está la solución
Como otras muchas patologías, la prevención y detección de la enfermedad renal crónica es clave, pero todo pasa por redoblar esfuerzos. No obstante, gracias al análisis de sangre con creatinina se puede calcular el filtrado glomerular y así conocer el porcentaje de función renal. Es una de las varias herramientas que disponen los médicos para la detección de esta enfermedad. Pero hay más, según se expuso en el webinar de la FJD.
Las otras herramientas son el análisis de orina con medida de albúmina, que “posibilita detectar la enfermedad antes de que se pierda la función renal y, por lo tanto, intervenir más tempranamente”; y la ecografía renal, que “facilita el diagnóstico de enfermedades como la poliquistosis renal, antes de que aparezca albúmina en la orina o que se pierda la función renal”, explica el Dr. Ortiz.
Desde el punto de vista de la prevención, se pueden reducir los casos de enfermedad renal crónica con la revisión de familiares de pacientes afectados por la patología, pues puede ser clave si hay antecedentes genéticos. A su vez, hay que estar pendientes de otros factores como la tensión alta, la creatinina elevada, la sangre en la orina o el registro de albúmina.
En actos más cotidianos, el nefrólogo sostiene que hay que vigilar la alimentación, limitando la sal. El experto recomienda comer de mercado y no de supermercado, comprando productos frescos y crudos, al tiempo que avisa sobre la necesidad de hacer ejercicio de forma regular.
Problemas derivados de la enfermedad renal crónica
También se hizo hincapié en los daños colaterales o problemas derivados de la enfermedad renal crónica. Y es que la mala salud de los riñones está asociada a otro tipo de afecciones como la diabetes y las enfermedades glomerulares. “Existen dudas de si la hipertensión es causa o consecuencia de la enfermedad renal, o ambas cosas”, pero subraya que, “en cualquier caso, el control de la hipertensión mejora el pronóstico renal”, explica el Dr. Ortiz.
Etapas y tratamientos de la enfermedad renal crónica
A la hora de abordar el tratamiento, la enfermedad renal crónica tiene dos etapas diferenciadas: la primera se da antes de necesitar sustituir la función global de los riñones y la segunda comienza justo en el momento posterior. En la primera etapa, el foco debe estar puesto en proteger a los riñones para no necesitar diálisis. En esta fase, el individuo necesitará de fármacos para bloquear la angiotensina y los inhibidores de SGLT2, ya que “ambos bajan la pérdida de albúmina y proteínas en orina, conservan la proteína antienvejecimiento de origen renal Klotho, retrasan el deterioro de la función renal y protegen al corazón”.
En la segunda etapa, más aguda, hay varias opciones: Hemodiálisis, diálisis peritoneal o trasplante, El Dr. Ortiz, no obstante, sostiene que en cualquier etapa puede ser necesario sustituir las funciones parciales que los riñones pierden poco a poco, “como combatir la anemia con eritropoyetina, mantener la salud de los huesos con calcitriol y fabricar bicarbonato -dando bicarbonato oral- o mantener los niveles normales de fosfatos o potasio con quelantes de estos electrolitos”.
Adicionalmente, en el seminario se dio a conocer que la FJD ofrece formaciones para mantener actualizado al personal sanitario y, por otro lado, permite que las personas con enfermedad renal crónica sin tratamiento conocido accedan a ensayos clínicos con el fin de dar con una estrategia eficaz nueva. El Servicio de Nefrología e Hipertensión es “líder mundial”, según apunta su responsable.