Las carillas dentales representan uno de los principales tratamientos para mejorar la estética de nuestra y corregir aspectos de forma en nuestros dientes. Su uso se ha extendido tanto gracias a las nuevas técnicas de fabricación, en la que la tecnología aporta un gran valor añadido, como por la especialización de los profesionales sanitarios.
¿Qué son y cómo funcionan las carillas dentales?
Las carillas dentales son utilizadas por odontólogos y especialistas en cirugía maxilofacial para corregir defectos de forma en la dentadura, el aspecto y la coloración de piezas, los desgastes del esmalta de las mismas o los espacios interdentales antiestéticos. Son unas finas láminas que cubren la parte frontal de los dientes anteriores
Según explica el doctor Manuel Chamorro Pons, responsable del servicio de Cirugía Maxilofacial y Odontología de Olympia Quirónsalud, las carillas dentales “se adhieren a la superficie de los mismos, unificando el color y la forma”.
Desde la perspectiva del paciente, la preparación de las carillas dentales es insignificante, ya que en ocasiones no hay que modificar el diente. En ciertos casos, «sólo es necesario un mínimo desgaste de su superficie para recibir adecuadamente la carilla”, explica el experto.
Como se decía, la tecnología es clave para la elaboración de las carillas dentales, siempre personalizadas y adaptadas para cada paciente. En el caso de Olympia, el servicio dispone de herramientas mediante las cuales se diseñan carillas dentales con fotografías previas a la boca y mostrando el resultado final antes de su colocación. El proceso requiere de mucha precisión, pero también de habilidad y sentido del gusto de cada profesional, según indica el doctor Chamorro. «Los detalles en el cuidadoso diseño y la precisión técnica en la colocación marcan la diferencia entre un resultado natural y altamente estético o no”, matiza el doctor.
3 tipos de carillas dentales, según materiales y presupuestos
Todo aquel que acuda a la consulta de esta especialidad en Olympia podrá acceder a 3 tipos de carillas dentales: de cerámica, de composite o resina y de zirconio. Con respecto al primer tipo, se trata de unas láminas extremadamente delgadas, ya que tienen un espesor de 0,5 milímetros, que se colocan en la superficie exterior del diente. Son fabricadas con cerámica feldespática, un material caracterizado por su resistencia que no sufre cambios de tono y que ofrece unos resultados muy naturales, estéticos y perdurables.
Para este primer tipo, se requiere preparar el diente con un tallado mínimo o desgaste del esmalte para colocarlos. La recomendación del doctor Chamorro es realizar una revisión anual tras su colocación.
En segundo lugar, destacan las carillas dentales de composite, hechas de resina sintética. Este tipo se adhiere a la superficie para mejorar su forma y color. Se utilizan además para corregir problemas estructurales. A nivel presupuestario, son más accesibles que las primeras, ya que el material empleado es más económico que la cerámica. La preparación para este caso es menos invasiva. Su principal desventaja es que su vida útil es más corte y necesitan más revisiones que el modelo anterior. A menudo requieren un pulido o un retoque del componente, advierte el especialista.
La tercera opción, la de zirconio, ha causado gran impacto en la odontología por la gran resistencia y aspecto que ofrecen este tipo de carillas dentales. Es un material poco frecuente y, por lo tanto, más costoso. Estaría indicado en casos de corrección con carillas de dientes muy oscuros o con alteraciones muy evidentes del esmalte.