Mañana viernes tiene lugar el Día Mundial del Sueño, un evento en el que los especialistas recuerdan que la mitad de los españoles pueden desarrollar un problema en su descanso en algún momento de su vida, así como que el 10% puede presentar un trastorno crónico e incapacitante.
Son datos procedentes de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la cual se suma a celebrar la importante de este día, cuyo lema fijado por la Asociación Mundial de Medicina del Sueño es “El sueño es esencial para la salud”. Efectivamente, los trastornos relacionados con el descanso pueden ser un problema de no tratarse a tiempo, ya que pueden derivar en otros problemas de la salud.
El sueño es fundamental para el bienestar físico, mental y social
Dormir bien en calidad y en cantidad. Lo que debería ser normal para las personas, no lo es tanto en una gran cantidad de casos, a tenor de las cifras que aporta la SEN. El jefe del servicio de Neurología del Hospital Universitario La Luz de Madrid, el doctor David Pérez Martínez, asegura es un sueño de calidad es clave para el bienestar físico, mental y social de las personas.
En su reflexión, el experto habla de trastornos relacionados con el sueño, como por ejemplo las parasomnias, las cuales son muy “infradiagnosticadas”. Este tipo de trastornos engloban a episodios como el sonambulismo, los despertares confusionales o los problemas en la fase REM. “En ocasiones, algunos pacientes pueden simular este tipo de trastornos en el seno de un trastorno epiléptico durante el sueño, por lo que es clave disponer de una valoración en una Unidad de Sueño como la que disponemos en el Hospital Universitario La Luz”, señala el doctor Pérez.
De todos ellos, el sonambulismo es el trastorno más frecuente. Suelen ser los jóvenes los que lo padecen y hacen que los individuos, de forma inconsciente, desarrollen conductas motoras como salir de la cama o ir al cuarto de baño. Incluso en ocasiones salen de su casa su tienen acceso al exterior. Por lo general estos episodios se contemplan de una forma benigna y tienen a remitir con el paso del tiempo, según advierte la doctor Anabel Puente, jefe asociado del servicio de Neurofisiología del Hospital Universitario La Luz.
En cambio, si este tipo de trastornos aparecen en personas adultas o mayores, es muy recomendable hacer un estudio de monitorización para dar con el diagnóstico adecuado. Señala esta otra especialista que en las parasomnias se pueden dar actividades complejas que “pueden poner en riesgo el paciente”. La opción diagnóstica para el estudio de estos casos es “la realización de un registro de polisomnografía con registro de video sincronizado con la actividad cerebral, ritmo cardiaco, respiración y actividad muscular”, insiste la neurofisióloga.
Sobre estos estudios – añade el doctor Pérez – se puede valor una actividad muscular anómala, estableciendo en qué fase del sueño se produce y su repercusión en el sueño del paciente.