En el equilibrio está la virtud. Este razonamiento de Aristóteles se puede aplicar casi a cualquier ámbito de la vida para alcanzar la felicidad o el bienestar. Pues bien, esta filosofía es la que se debe aplicar en la relación entre el deporte y la salud. Esta idea viene a colación de las señales de alerta que están lanzando los expertos sanitarios sobre los peligros de obsesionarse con la práctica deportiva, una conducta que empieza a extenderse por los gimnasios en España.
El estilo de vida saludable, el ejercicio físico o la alimentación equilibrada, todos ellas pautas muy positivas, pueden llevarse al extremo por el apega a esa tendencia dominante en los gimnasios hacia el culto al cuerpo. Es lo que llaman los especialistas obsesión por el fitness, un trastorno no catalogado de forma oficial, si bien está muy relacionado con otros que sí lo están como los Trastornos de la Conducta Alimentaria. (TCA).
Síntomas de la obsesión por el fitness
Como todo trastorno, la persona termina siendo un paciente de una forma gradual y con unos comportamientos difíciles de rehuir. Laura Sánchez Anguita, especialista en Dietética y Nutrición del Hospital Universitario La Luz de Madrid, advierte sobre los efectos adversos de esta obsesión creciente. «Lo que comienza como un estilo de vida saludable puede transformarse en una rutina extrema y perjudicial, afectando la salud física y mental de quienes la padecen», explica la experta.
La obsesión por el fitness se manifiesta en una combinación de conductas restrictivas en la alimentación y entrenamientos intensos sin descanso adecuado. Desde el punto de vista nutricional, muchas personas adoptan dietas extremadamente restrictivas, como la cetogénica, eliminando grupos enteros de alimentos, especialmente los carbohidratos. «Este tipo de alimentación puede generar deficiencias nutricionales y desequilibrios que afectan al organismo», señala Sánchez.
Por otro lado, el ejercicio excesivo es otro pilar de esta obsesión. Quienes la padecen pueden entrenar a diario sin permitir la recuperación muscular necesaria, lo que, paradójicamente, puede impedir el desarrollo de la masa muscular y aumentar el riesgo de lesiones. La necesidad de «compensar» días de descanso con entrenamientos dobles es una de las señales de alerta más preocupantes.
Consecuencias psicológicas de la obsesión por el fitness y diferencias entre géneros
El impacto psicológico de esta obsesión es significativo. Cambios bruscos de humor, ansiedad, irritabilidad y dificultad para concentrarse son algunos de los efectos comunes de esta conducta extrema. «El estrés físico y mental de mantener un régimen tan estricto genera un desgaste emocional severo», detalla Sánchez.
Si bien tanto hombres como mujeres pueden desarrollar esta obsesión, existen diferencias en su manifestación. «En los hombres, es común observar una combinación de vigorexia y trastorno por atracón. Suelen alternar períodos de alimentación estricta con ‘cheat meals’ (comidas libres) que generan remordimientos y refuerzan la necesidad de entrenar en exceso», explica la especialista.
En el caso de las mujeres, predominan los trastornos como anorexia y bulimia, a menudo combinados con vigorexia, lo que las lleva a desarrollar una relación extrema con la comida y el ejercicio.
Este problema, que suele iniciarse en la adolescencia, está afectando a personas cada vez más jóvenes y también a adultos de distintas edades. «No discrimina por sexo ni edad y puede afectar la vida social de quienes lo padecen», agrega la experta. La frustración y la insatisfacción son comunes cuando no se alcanzan los objetivos deseados o cuando se experimentan recaídas en los hábitos extremos.
Según Sánchez, reconocer esta conducta es clave para poder intervenir a tiempo. Las personas afectadas suelen evitar eventos sociales donde haya comida, llevan su propia comida a reuniones y rechazan actividades que no impliquen ejercicio. «Familiares, entrenadores y profesores pueden desempeñar un papel crucial en la identificación de estas conductas y en la orientación de los afectados hacia profesionales de la salud», subraya la especialista.
¿Cómo evitar la obsesión por el fitness?
Para mantener un estilo de vida saludable sin caer en excesos, el equipo del Hospital Universitario La Luz recomienda:
- Alimentación equilibrada: Seguir una dieta variada que incluya todos los grupos de alimentos y recurrir a la suplementación solo cuando sea realmente necesario.
- Entrenamiento saludable: Hacer ejercicio por bienestar y disfrute, no por obligación, y respetar los días de descanso.
- Descanso adecuado: Dormir entre siete y ocho horas diarias para permitir la recuperación del cuerpo y la mente.
- Atención profesional: Buscar ayuda de especialistas en nutrición y salud mental en caso de notar signos de obsesión.