El Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón ha acogido la jornada Oncología de Precisión: de la básica molecular a la traslación clínica, que ha sido organizada por el Servico de Oncología del centro y en la que ha colaborado OncoDNA, compañía especializada en medicina de precisión para el tratamiento y diagnóstico del cáncer.
En esta jornada ha participado el doctor Jesús García Foncillas, miembro del comité científico de OncoDNA, encargado de abrir el ciclo de ponencias con un resumen completo de las bases y las herramientas que se utilizan en oncología de precisión: estructura y función del genoma humano, tipos de variaciones genéticas, genética del cáncer, etc., así como su utilidad en la práctica clínica.
El también director del servicio de Oncología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz ha analizado las diferentes técnicas de diagnóstico genético que se pueden encontrar actualmente: desde la secuenciación de genes únicos hasta la ultrasecuenciación (NGS). En opinión del ponente, esta última es más coste efectiva, ya que permite hacer un screening más completo, ahorrando tiempo y cantidad de muestra, y optimizando los resultados para el paciente.
“Son procedimientos cada vez más habituales en nuestros hospitales que consiguen aumentar las opciones terapéuticas de los pacientes. Se ha demostrado, además, que amplían las cifras de supervivencia y mejoran su calidad de vida”
Jesús García Foncillas, miembro del comité científico de OncoDNA y director del servicio de Oncología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.
Ha habido tiempo para charlar sobre los biomarcadores diagnósticos, pronósticos y predictivos, tanto aprobados como en proceso de I+D. Entre ellos se pusieron sobre la mesa los análisis de la carga mutacional del tumor (TMB), así como otros biomarcadores predictivos de respuesta a la inmunoterapia cuyo valor conviene correlacionar. O, incluso, los genes de fusión NTRK, que están abriendo opciones terapéuticas para muchos tipos de tumores sólidos, con independencia de la localización del tumor (tratamientos agnósticos del tejido).
“En estos momentos ya contamos con análisis genómicos capaces de detectar estas alteraciones genéticas, que pueden estar presentes diversos tipos de tumores, como el glioblastoma pediátrico, los cánceres de tiroides y los cánceres de pulmón”, ha explicado García Foncillas.
Casos reales de la oncología de precisión
La doctora María Valero, oncóloga en el Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, ha sido la encargada de explicar con casos reales la utilidad de la oncología de precisión en la práctica clínica diaria. “Desde hace unos años, hacemos estudios moleculares y de inmunohistoquímica para detectar mutaciones y expresiones de receptores de membrana en aquellos diagnósticos en donde hay posibilidades de utilizar terapias dirigidas”, ha afirmado.
La doctora Valero, miembro del equipo de Oncoavanze, ha puesto como ejemplo el adenocarcinoma de pulmón, que puede presentar alteraciones en EGFR, ALK y ROS1. “Nos hemos encontrado con otros tumores en los que existe una sobreexpresión de receptores con PDL1, Her-2 o inestabilidad de microsatélites, o mutaciones del C-Kit en los tumores del estroma gastrointestinal (GIST)”,ha contemplado.
Desde su punto de vista, tanto los nuevos tratamientos como las herramientas de diagnóstico han mejorado de manera sustancial el tiempo de respuesta libre de enfermedad, de síntomas e, incluso, el número de curaciones en el caso de los carcinomas de mama Her-2 positivos no metastásicos.
La jornada ha finalizado con una mesa de debate en la que también participó el doctor Pedro Valero, codirector del servicio de Oncología del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, que ha asegurado que, por el momento, no todos los pacientes pueden beneficiarse de la oncología de precisión. “No obstante, cada día se añaden nuevos conocimientos que permiten tratar a más pacientes con terapias dirigidas”.
En su opinión, también está siendo un paso interesante el conocimiento de las características tumorales “que nos informan de mejor respuesta o de resistencia a tratamientos quimioterápicos e inmunoterápicos, permitiéndonos dar un tratamiento con mayores posibilidades de éxito y evitando otros que no solamente no iban a funcionar, sino que sólo producirían efectos secundarios indeseables”.