Una cirugía de tiroides o paratiroides no está exenta de riesgos, sin embargo las últimas innovaciones médicas y técnicas han logrado reducir las complicaciones asociadas en estos procedimientos sobre las glándulas endocrinas. El doctor Francisco de Santos, cirujano general y del aparato digestivo en el Hospital Quirónsalud Cáceres, explica para Directivos y Empresas los 3 grandes avances que han cambiado por completo el pronóstico y la seguridad de las cirugías de tiroides y paratiroides, dos de las intervenciones más habituales en el campo de la cirugía endocrina.
“El gran cambio ha sido pasar de procedimientos con tasas de mortalidad elevadas —que a mediados del siglo XIX superaban el 40%— a operaciones que hoy, con la tecnología y la experiencia adecuada, son de bajo riesgo y alta eficacia”, afirma el cirujano.
De hecho, la tiroidectomía, intervención destinada a extirpar total o parcialmente la glándula tiroides situada en la base del cuello, es hoy la cirugía endocrina más realizada en España. Se emplea en un amplio abanico de patologías, desde nódulos benignos que comprometen la deglución o la respiración, hasta el tratamiento quirúrgico de ciertos tipos de cáncer.
Pero lo que antaño era una intervención de alto riesgo, hoy se realiza de manera rutinaria gracias a técnicas mínimamente invasivas y a dispositivos quirúrgicos avanzados.
3 innovaciones que evitan riesgos en una cirugía de tiroides o paratiroides
Sellado vascular
Uno de los avances más significativos es el uso de sistemas de sellado vascular de alta energía, que han transformado la seguridad en quirófano. “Antes, la aparición de hematomas tras la cirugía, sobre todo en la zona del cuello, podía comprometer seriamente la respiración del paciente. Ahora, gracias a estos sistemas que sellan de forma segura todos los vasos sanguíneos, esta complicación es cada vez más infrecuente”, explica el Dr. de Santos.
Este tipo de tecnología permite realizar una disección más limpia, segura y rápida, acortando la duración de la cirugía y reduciendo las complicaciones postoperatorias. Aun así, todos los pacientes son monitorizados durante las horas críticas posteriores a la intervención, cuando existe un mínimo riesgo de hematomas.
Neuromonitorización: la voz también está protegida
Quizá la complicación que más preocupa a los pacientes es la posibilidad de dañar el nervio laríngeo recurrente, encargado de la movilidad de las cuerdas vocales. La afectación de este nervio puede derivar en problemas como la pérdida de fuerza o proyección de la voz.
Aquí es donde entra en juego la neuromonitorización intraoperatoria, una herramienta clave en la cirugía moderna de tiroides. “Es un sistema que permite al equipo quirúrgico comprobar el estado funcional del nervio en tiempo real durante la intervención, lo que nos ayuda a preservar su integridad”, detalla el especialista.
Tecnología basada en fluorescencia para proteger las paratiroides
Otro de los riesgos clásicos asociados a estas operaciones es la hipocalcemia o baja concentración de calcio en sangre, provocada por un daño accidental en las pequeñas glándulas paratiroides, ubicadas junto a la tiroides. Estas diminutas estructuras son las encargadas de regular el calcio en el organismo.
“Gracias a sistemas basados en fluorescencia, hoy podemos localizar y preservar mejor estas glándulas durante la cirugía”, apunta el Dr. de Santos. Esta tecnología puede utilizar la capacidad natural de las paratiroides para brillar al ser iluminadas con una luz especial, o bien emplear un colorante médico que facilita su identificación y la visualización de sus vasos sanguíneos.
Aunque la cirugía endocrina cuenta hoy con herramientas de vanguardia, los especialistas recuerdan que la clave del éxito sigue siendo la pericia del equipo médico. “La experiencia del cirujano y la coordinación con un centro hospitalario bien equipado son, a día de hoy, los factores diferenciales para evitar complicaciones y lograr intervenciones seguras y exitosas”, concluye el doctor de Santos.
Así, la combinación de innovación tecnológica y talento humano ha hecho que intervenciones que hace décadas estaban casi prohibidas por su riesgo sean hoy cirugías seguras y altamente efectivas que mejoran la calidad de vida de miles de pacientes.
