La lectura no solo es un pasatiempo, sino una herramienta poderosa que puede elevar la autoestima, fortalecer la autoconfianza y cultivar la empatía… Todos estos aspectos forman parte de una buena salud cognitiva y cerebral. Según los doctores Francisco Lara y Ernesto Orozco, líderes en Neurología y Psicología Clínica, respectivamente, del Hospital Quirónsalud Córdoba, deberíamos dedicar más tiempo a leer libros porque este hábito está detrás de una mejora de nuestros estado emocional.
El doctor Lara explica que al leer se activan procesos cognitivos que permiten interpretar signos, generar esquemas de conocimiento y, en última instancia, provocar emociones. La lectura involucra aspectos cognitivos como la atención, la concentración y la memoria, que, al ser ejercitados, promueven la salud mental.
Los múltiples beneficios de la lectura
Dedicar tiempo diario a la lectura ofrece múltiples beneficios, desde adquirir conocimientos útiles para la vida cotidiana hasta facilitar la interacción social al proporcionar temas de conversación compartibles. Según el doctor Lara, la lectura mantiene a la mente activa, a diferencia de otras actividades pasivas como ver televisión o pasar tiempo en redes sociales.
Es fundamental que la lectura sea una experiencia placentera y gratificante, eligiendo libros que satisfagan las necesidades emocionales del momento, ya sea una novela de ficción o un libro de autoayuda. Además, otras actividades como pasear o hacer ejercicio físico también pueden ayudar a reducir el estrés.
Pantallas, en el lado opuesto de la salud emocional
En contraste, el doctor Orozco advierte sobre los efectos negativos de la búsqueda constante en redes sociales, que puede generar emociones negativas como la frustración sin proporcionar beneficios para el estrés.
Orozco destaca que participar en actividades intelectualmente estimulantes, como leer y escribir, puede preservar la memoria y las habilidades cognitivas a lo largo de la vida. La llamada hipótesis de la reserva cognitiva sugiere que estas actividades fortalecen las conexiones neuronales y ayudan a compensar el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento y a enfermedades neurodegenerativas.
El mensaje que lanzan ambos expertos del hospital cordobés es claro: la lectura no solo estimula la actividad cerebral, sino que también influye positivamente en la salud emocional y el estado de ánimo al activar neurotransmisores como la serotonina y la dopamina. Además, fomenta la empatía al permitir comprender diferentes puntos de vista y promueve la comprensión y el respeto hacia los demás.