Gracias a un equipo de computación de Microsoft, un grupo de investigadoras ha logrado desarrollar la llamada MRF, una resonancia capaz de detectar la eficacia de la quimioterapia tras el suministro de una sola dosis.
La MRF (Magnetic Resonance Fingerprinting) es una técnica que proporciona a los médicos que interpretan una Resonancia Magnética por Imagen (MRI) el mismo grado de precisión cuantitativa a la hora de evaluar las propiedades de los tejidos, en lugar de confiar exclusivamente en su experiencia y decidir de manera subjetiva si el brillo o el color de un área en particular indican que el tejido está o no sano.
Gracias a ello, se pueden elaborar diagnósticos de forma directa con mayor precisión. En la actualidad, la técnica ya es utilizada en una docena de centros médicos universitarios, y se espera una adopción más amplia en los próximos años.
Lucha contra el cáncer
Se trata un avance importante gracias a la labor investigadora, mezclada con el aporte de las nuevas tecnologías. Concretamente, los investigadores de Case Western Reserve han dado con esta nueva innovación gracias, entre otras cosas, a los algoritmos creados por el equipo de computación cuántica de Microsoft.
Estos algoritmos, creados para aprovechar las ventajas de los ordenadores cuánticos del futuro, se basan en los principios de la física cuántica para resolver problemas computacionales extremadamente complejos. También son muy útiles cuando hablamos de problemas de optimización, ya que requieren de una potencia de cálculo que rebasa los límites de la tecnología actual.
La MRF, que ha demostrado superar a los protocolos de MRI cuantitativos comparables en un factor de 1.8, proporciona mediciones numéricas que identifican las propiedades del tejido analizado para cada uno de los píxeles de la imagen.
Esto se logra al utilizar secuencias de pulso mucho más complejas –ondas de radio inofensivas, que se combinan con campos magnéticos para generar señales que identifican los distintos tipos de grasa, tejidos o tumores en el cuerpo de los pacientes.
Un salto cualitativo que mejora la vida de los pacientes de cáncer
Así pues, el valor añadido de MRF se basa en la posibilidad de identificar cuál, de entre todo un universo exponencialmente inmenso de posibles secuencias de pulso de radiofrecuencia, producirá escaneos rápidos y con la suficiente precisión para distinguir entre tejido sano y diferentes manifestaciones patológicas.
Debido a que cada secuencia está compuesta de numerosos pulsos individuales, que pueden variar en ángulo, intensidad o duración de manera individual, el número de secuencias potenciales para capturas complejas es inmenso. Tanto es así, que rivaliza con el número de átomos en el universo visible.
Las secuencias de pulso tomadas por los algoritmos de optimización de Microsoft brindan escaneos hasta tres veces más rápidos que los anteriores.
El uso de dichos algoritmos aumenta el rendimiento, reduce costes y mejora el acceso a diagnósticos que pueden salvar vidas, sobre todo si consideramos que el solo uso de Resonancia Magnética por Imagen convencional puede alargar drásticamente los tiempos de espera.
«La experiencia y el pensamiento cuántico que hemos adquirido al programar el ordenador permiten al equipo de Microsoft desarrollar y acelerar las soluciones de los clientes en los sectores de la salud, la gestión financiera, el petróleo y el gas y la industria automotriz”, sostiene Julie Love, directora de desarrollo de negocios de Microsoft.