La medicina sigue dando noticias esperanzadoras y nunca antes vistas, como el caso de una paciente con un aneurisma cerebral que ha sido operada de forma ambulatoria por vía radial (a través de la muñeca) con el ata en el mismo día. Esta operación se ha hecho con éxito en el Hospital Fundación Jiménez Díaz con la paciente despierta (anestesia local) y marca un nuevo hito en la medicina española y europea, al ser un procedimiento pionero.
La Unidad de Neurorradiología Intervencionista, después de esta operación dio el alta a la paciente pasadas seis horas de la intervención. Dayana, la paciente, llevaba dos años con constantes subidas de tensión y tras varias pruebas diagnósticas, los especialistas concluyeron que tenía dos aneurismas cerebrales. El primero estaba situado en el lado izquierdo del cerebro y fue intervenido con el procedimiento habitual, esto es, con abordaje femoral (a través de la ingle), anestesia general y entre 48 horas y cuatro días de ingreso.
Aunque esta primera intervención fue un éxito en términos médicos, la paciente lo pasó muy mal desde el punto de vista psicológico, con lo cual los especialistas estudiaron una nueva forma de intervención para aliviar todo el proceso emocional de Dayana, de 45 años.
Mínima invasión para operar un aneurisma cerebral
El Dr. Claudio Rodríguez Fernández, jefe de la Unidad de Neurorradiología Intervencionista del hospital madrileño, explica que “a la hora de diseñar y prescribir el abordaje y técnica más adecuados para cada paciente, no solo hay que tener en cuenta el aspecto médico; para personalizarlo, a veces, y siempre que la situación clínica lo permita, hay que adaptar este último a las condiciones y circunstancias de cada caso”, añade el especialista.
Por esta razón, para tratar el segundo aneurisma, localizado esta vez en el lado contralateral del cerebro, desde su equipo propusieron el nuevo protocolo de alta resolución que vienen realizando en pacientes seleccionados: operar a través de la muñeca con anestesia local, lo que facilita la comunicación y monitorización del paciente durante el tratamiento, así como el alta precoz en las primeras seis horas tras la intervención.
Los resultados han sido los mismos que en la forma tradicional, pero en este caso de ha conseguido el objetivo de dar un mayor confort psicológico a la paciente y además ha tenido una rápida recuperación. Según explica la propia paciente, “fue como el día y la noche: “a primera vez, aunque había ido todo bien, por protocolo, tuve que pasar la primera noche en la UCI [Unidad de Cuidados Intensivos], mientras que en esta segunda intervención, tras unas horas en planta, me fui a casa el mismo día, y ya esa noche estuve usando el móvil con la mano por cuya muñeca me habían operado para hablar con mis médicos y familiares”.
“La recuperación fue mejor y más rápida, con menos dolor e incomodidad de la cicatriz”, recuerda tan solo seis días después de la intervención, reconociendo que, aunque pasó el lógico “miedo en el momento de escuchar el diagnóstico, saber que había buenas alternativas de tratamiento y la ayuda, información y acompañamiento de los profesionales del hospital han marcado la diferencia”.
Dayana, paciente de 45 años
Una operación indicada para este perfil de paciente
Antes de llevar a cabo este intervención pionera, el equipo de Neurorradiología Intervencionista de la Fundación Jiménez Díaz tenía todo estudiado y dio finalmente luz verde al proceso tras analizar el perfil de la paciente: edad, comorbilidad y ausencia de otros factores de riesgo, sumados a sus preferencias y conformidad con la propuesta terapéutica.
El Dr. Rodríguez asegura que no solo “existen estudios que confirman que todas estas opciones son seguras, efectivas y eficaces, sino que, en algunas series, demuestran incluso que el riesgo de complicaciones es menor que con las alternativas convencionales”. Además, insiste en que este tipo de procedimientos se puede realizar por los equipos de alta especialización y experiencia que se dan cita en la FJD.