Según la Fundación Internacional de Osteoporosis, aproximadamente 200 millones de individuos en el planeta sufren esta afección que provoca un decremento de la densidad ósea, incrementando así la fragilidad de los huesos y poniendo en peligro la aparición de fracturas en zonas como la columna, las caderas o las muñecas. El impacto final de esta enfermedad es la pérdida de la autonomía y un claro deterioro en la calidad de vida de los pacientes.
El problema de la osteoporosis es que es una enfermedad silenciosa y los síntomas suelen pasar desapercibidos en las primeras fases. Por ello, los especialistas mantienen que es crítico poner atención a cualquier cambio que pueda provocar esta enfermedad de carácter reumatoide. El doctor Juan Carlos Nieto, experto en reumatología del grupo del Dr. Indalecio Monteagudo del Hospital Ruber Internacional, destaca que los primeros compasas de la enfermedad suelen comprender malestar en los huesos, disminución progresiva de talla, posición encorvada y mayor posibilidad de fracturas incluso ante lesiones leves.
Osteoporosis, una de las consultas más habituales en reumatología
Dada la incidencia de la osteoporosis, el doctor Nieto afirma que la osteoporosis es una de las enfermedades más comunes que se presentan en su consulta junto con la artrosis o la artritis gotosa. En relación al colectivo de personas que padece osteoporosis con mayor frecuencia, el médico afirma que son las mujeres que han pasado la menopausia, una vez que el efecto estrogénico/hormonal deja de brindar protección al hueso. En este sentido, el doctor recalca la importancia de «recordar que la etapa de la menopausia es aquella en la que se produce una mayor pérdida de densidad ósea y es el momento propicio para llevar a cabo una evaluación inicial, con miras a prevenir futuras fracturas».
Asimismo, el especialista en enfermedades reumáticas detalla que la prevalencia tanto de fragilidad ósea como de fracturas incrementa especialmente conforme avanza la edad de las pacientes, particularmente a partir de los 80 años. «Por eso es crucial anticiparse a esta complicación», agrega.
Un diagnóstico precoz ayudará a combatir la osteoporosis en tanto que se van a dar las claves para modificar hábitos como el ejercicio físico o la alimentación. Además, en casos de alto riesgo de fractura o existencia de alguna fractura, se debe llevar a cabo un tratamiento farmacológico que puede variar entre medicamentos que estimulan la formación ósea y otros que reducen la destrucción ósea. Es importante individualizar la indicación del tratamiento y considerar la situación específica de cada paciente.
De acuerdo con el médico, es relevante resaltar, además, que los elementos genéticos son significativos en la manifestación de osteoporosis y fracturas por fragilidad ósea. «Los antecedentes familiares marcan un mayor riesgo de sufrir también osteoporosis o fracturas, y es recomendable un seguimiento estrecho”.
