Analizando los patrones que explican la adicción digital en los jóvenes

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Las XIV Jornadas Científicas de la Fundación Alicia Koplowitz abordan el impacto de las redes sociales y las tecnologías de la comunicación (TIC) en la salud mental infanto-juvenil. El aislamiento social y el uso excesivo de la tecnología son factores de riesgo de la adicción digital.

Las XIV Jornadas Científicas de la Fundación Alicia Koplowitz reunieron a una docena de expertos en salud mental infanto-juvenil para analizar el impacto que sobre ella ejercen las redes sociales y las tecnologías de la comunicación (TIC).

La primera jornada fue inaugurada por la doctora Olga Santesteban Echarri, especialista en Psicología Clínica y exbecaria de la Fundación Alicia Koplowitz, se centró en el análisis de las amenazas que llegan por la red, las adicciones que esta puede generar, pero también en algunos programas de prevención con los que se está trabajando, en herramientas que promueven un uso funcional de las TIC y en las ventajas que proporciona su utilización en la evaluación de la salud mental de niños y adolescentes.

Tándem peligroso para la adicción digital

En ella, quedó claro, por una parte, que el tándem uso excesivo de internet y aislamiento social es un factor de riesgo para el desarrollo de una adicción tecnológica y, por otra, que las tecnologías en sí no son peligrosas, sino que las consecuencias de su uso dependen de la gestión que hagan de ellas individuos, familia y sociedad. Además, se incidió en la gran labor que estas pueden hacer en la prevención y evaluación de enfermedades mentales.

XIV Jornadas Científicas de la Fundación Alicia Koplowitz

Durante esta jornada inaugural, se celebraron tres mesas redondas, la Conferencia de Becarios y una Conferencia Magistral. La presidenta de la Fundación, Doña Alicia Koplowitz, entregó también, por primera vez, el Premio a la Investigación Alicia Koplowitz, dotado con 3.000 euros, a las psiquiatras Laura Pina Camacho, del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, y Ana Pérez Vigil, del Hospital Clínic de Barcelona.

Detectar peligros desde las redes sociales

En dichos coloquios se trataron temas como el análisis del lenguaje y el contenido de las redes sociales y se mostró el funcionamiento y los resultados de algunos programas de prevención para niños y adolescentes. Concretamente, la criminóloga e investigadora Saray Zafra Cremades explicó su experiencia con la Plataforma Life!, un proyecto de la Universidad de Alicante con el que se automatiza la detección del riesgo de suicidio y acoso escolar a través del análisis que la inteligencia artificial hace de los textos de las redes sociales.

Su compañero de mesa, el doctor en Psicología Manuel Gámez Guadix, explicó que los resultados de un programa piloto de prevención del online grooming de menores “constituye un primer paso para la prevención de las conductas de riesgo para el grooming y la victimización sexual online”,

peligros de la adicción a la tecnología.

En el segundo panel, ‘Abuso de las tecnologías de la información (TIC) en niños y adolescentes’, se constató la dificultad de diferenciar entre patología y normalidad para diagnosticar una adicción digital. Sí es más claro observar síntomas de de aislamiento, deterioro social, pérdida de motivación o alteraciones del estado de ánimo,

Eva Varela, psiquiatra de la Unidad de Conductas Adictivas en Adolescentes del Hospital Clínic de Barcelona, subrayó que “el tándem uso excesivo de internet y aislamiento social” puede indicar que existe una adicción tecnológica o “ser un factor de riesgo para el desarrollo de la misma”, lo cual requiere un diagnóstico adecuado e “intervención intensiva para evitar el potencial impacto negativo en todas las áreas de funcionamiento del adolescente”.

Relación cerebro-intestino

La Conferencia Magistral corrió a cargo de la doctora Silvia Gómez Senent, responsable de la Unidad de Trastornos funcionales digestivos del Hospital Universitario La Paz de Madrid. La experta explicó la relación de la microbiota (microorganismos vivos que alberga el tubo digestivo humano) y el cerebro, así como su influencia sobre la salud mental en la infancia y la adolescencia. En esta línea, desveló que, pese a que el cerebro ha sido considerado durante mucho tiempo el único órgano importante para comprender la biología de los trastornos neuropsiquiátricos, “recientemente, este enfoque está cambiando para incluir al intestino, el eje intestino-cerebro (EIC)”, y “un modificador clave del EIC es la microbiota intestinal”.

Dra. Silvia Gómez Senent

 “Se ha reconocido que la microbiota intestinal, así como los patrones dietéticos, influyen en la función cerebral y el comportamiento”. También citó recientes estudios que establecen una correlación entre los trastornos psiquiátricos y las disfunciones del sistema inmunológico, así como otros que avalan la influencia de la microbiota intestinal en las enfermedades metabólicas. Fue presentada por la doctora María Dolores Picouto González, psiquiatra del Niño y del Adolescente del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid.   

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