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Quirónsalud Sagrado Corazón, primer hospital privado andaluz en colocar válvulas endobronquiales: este ha sido el caso

La sanidad privada andaluza sigue dando pasos hacia delante en procesos innovadoras. El Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón de Sevilla concentra varios hitos que de forma pionera han llegado a los pacientes de esta región al sur de España. El último de ellos tiene que ver con la colocación de válvulas endobronquiales tras un proceso quirúrgico. La doctora Beatriz Romero, neumóloga del centro, explica para Directivos y Empresas en qué consiste este procedimiento y el impacto que ha supuesto para un paciente.

Beatriz Romero, neumóloga intervencionista Quirónsalud Sagrado Corazón
Dra. Beatriz Romero.

Válvulas endobronquiales para redirigir el flujo de aire en los pulmones

El uso de las válvulas endobronquiales está indicado para el tratamiento de fugas aéreas prologadas a pacientes que han sido sometidos a resecciones pulmonares. Dichas fugas, explica la especialista, se producen cuando el aire escapa de los pulmones hacia la cavidad pleural, un espacio entre la pleura visceral que recubre los pulmones y la pleura parietal que recubre la pared torácica. Esta condición puede generar complicaciones que prolongan la hospitalización y aumentan el riesgo de infecciones de los pacientes.

“Estos dispositivos permiten la salida del aire atrapado en las áreas dañadas, pero impiden su reentrada, favoreciendo el colapso de la zona afectada y su posterior cicatrización. Gracias a esta técnica, conseguimos reducir la dificultad para respirar y mejorar la capacidad pulmonar, evitando, en muchos casos, la necesidad de cirugías más invasivas”.

¿Cómo se introducen las válvulas endobronquiales?

Además de los beneficios que supone para los pacientes, la propia técnica para la colocación de las válvulas endobronquiales ya representa otro beneficio ya que la colocación de estos dispositivos se realiza desde una técnica mínimamente invasiva, es decir, no se trata de una cirugía abierta.

La parte compleja se da previamente, a la hora de estudiar dónde se ubica la zona de fuga de aire. Para ello, los especialistas estudian imágenes de tomografía axial computarizada (TAC). Ya en la intervención, se ocluyen los bronquios de manera secuencial con un balón de taponamiento, que permite identificar el bronquio responsable de la fuga al comprobar si la salida de aire se detiene. Una vez localizado el bronquio afectado, se procede a la colocación de la válvula, que permanece en su lugar hasta que la fuga se cierra por completo.

El proceso, que suele realizarse bajo sedación o anestesia local, tiene una duración aproximada de 30 a 60 minutos, dependiendo de la complejidad del caso.

Esta intervención se ha realizado por vez primera en este hospital y en la sanidad privada andaluza a un paciente con artritis reumatoide que había sido sometido a la resección de un nódulo pulmonar, cuya fuga aérea persistente prolongaba su hospitalización. “El paciente presentaba una fuga aérea que le obligaba a permanecer con un drenaje torácico, lo que limitaba su movilidad y retrasaba su recuperación”, explica la doctora Romero.

“Gracias a las válvulas endobronquiales, se logró taponar el bronquio responsable, permitiendo la retirada del drenaje y la vuelta del paciente a su domicilio con una notable mejoría”.

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