Como toda enfermedad rara, el sarcoma, cáncer poco frecuente en la población, su abordaje requiere una visión muy trasversal y equipos superespecializados. Hoy se celebra el Día Nacional del Sarcoma y con motivo de esta jornada hay que hablar de los avances que se han producido en el tratamiento de estos pacientes.
Para explicar tales avances, conviene hablar de la estrategia que lleva a cabo el Hospital Ruber Internacional, ya que en este centro reúne todo lo necesario para aspirar a las mayores tasas de éxito sobre este grupo de neoplasias agresivas y poco comunes.
La incidencia del sarcoma
El sarcoma es un tipo de cáncer que puede darse en cualquier localización del cuerpo, tanto en zonas óseas como en tejidos blancos. Suelen manifestarse como una masa o bulto inicialmente indoloro que crece progresivamente y provoca dolor constante. Pueden desarrollarse en personas de todas las edades, aunque en niños y adolescentes, su prevalencia es del 20%, mientras que en adultos sólo alcanza al 1%. A nivel general, el sarcoma tiene una incidencia baja, afectando a cuatro o cinco personas entre 100.000.
Es un cáncer raro, pero más del 20 % de los cánceres raros en Europa, lo que los convierte en uno de los grupos más significativos dentro de este tipo de enfermedades. Hecha este breve presentación, la complejidad añadida en torno al sarcoma es que hay más de 75 subtipos. Por tanto, dada su variabilidad y la diversidad de zonas donde puede desarrollarse, existen varios tratamientos disponibles en la actualidad.
En este entorno de complejidad es en el que trabaja la unidad específica de Sarcomas creada en el Hospital Ruber Internacional. Hablamos de una unidad multidisciplinar, compuesta por anatomopatólogos, radiólogos, cirujanos, oncólogos médicos y radioterápicos, y caracterizada por una superespecialización. Los profesionales de este servicio cuentan con una experiencia de más de 15 en el abordaje del sarcoma y su actividad va más allá de lo clínico, pues también se añaden líneas como la docencia y la investigación a nivel nacional e internacional.
Según explica el doctor Eduardo Ortiz, jefe de la Unidad de Sarcomas del Hospital Ruber Internacional, destaca que sobre estos tumores pueden trabajar hasta 23 especialidades, con lo que supone un reto especialmente complejo y muy exigente para los sistemas de salud.
El conocimiento y el diagnóstico precoz, claves
Disponer de un amplio equipo experto de profesionales es el primer paso para el abordaje del sarcoma. Las otras claves pasan por el conocimiento de este cáncer y la derivación temprana a unidades especializadas como esta del Ruber Internacional. A partir de ahí, se suceden los distintos tratamientos disponibles.
Uno de ellos es la cirugía, si bien antes de llevarla a cabo es esencial, según indica el doctor Ortiz, conocer bien las características del tumor para lograr resultados satisfactorios. Y es que la cirugía es todo un desafío porque el objetivo no es otro que salvar la vida del paciente y, en la medida de lo posible, preservar la funcionalidad del área afectada.
“Si no conocemos bien al enemigo y estamos muy familiarizados con su realidad desde las ciencias básicas, conceptos médicos, radiológicos, quirúrgicos y guías o directrices, los resultados serán decepcionantes»
Para ello, Ortiz defiende la importancia de la formación especializada a través de programas de «clinical fellowship», tal como se hace en otros países.
Un tipo de cáncer muy particular
La necesidad de la superespecialización tiene su porqué. La doctora María Ángeles Vaz, oncóloga médica de la Unidad de Sarcomas, señala que este tipo de tumor es particular porque no se origina en un órgano específico, como ocurre con el cáncer de mama o colon. Se requiere una atención muy integral y continua que va más allá del papel de los propios médicos. En este sentido, la doctor Vaz resalta el papel crucial del equipo de enfermería y del personal administrativo en la coordinación y seguimiento de los pacientes. Además, subraya la importancia del trato humano en el tratamiento del sarcoma. El apoyo emocional, la atención personalizada y la facilidad de acceso a tratamientos son aspectos que influyen significativamente en la experiencia del paciente frente a esta enfermedad.
Siguiendo con las valoraciones del equipo de la unidad de Sarcomas del Ruber, el doctor Pablo Gallo, jefe de Angiología y Cirugía Vascular del hospital, explica que en algunos casos el sarcoma está íntimamente ligado a los vasos sanguíneos, lo que requiere cirugías complejas para extirpar el tumor sin dañar los vasos o reemplazarlos por injertos vasculares. «Es clave hacer un buen estudio del paciente para ver esa proximidad a los vasos y tener una idea general de cuál va a ser el tratamiento», añade.
Por su parte, el doctor César Casado, responsable de Cirugía Plástica, subraya que la reconstrucción de las estructuras anatómicas afectadas es esencial para evitar amputaciones y permitir una recuperación funcional adecuada. Estos procedimientos son claves para que los pacientes puedan recibir radioterapia en un tiempo óptimo.
La doctora Purificación Domínguez, jefa de Anatomía Patológica, destaca la colaboración entre patólogos y cirujanos durante la cirugía para asegurar que se extirpe todo el tumor, evaluando los márgenes quirúrgicos en tiempo real.
La radioterapia es fundamental en el tratamiento de la mayoría de los sarcomas. La doctora Belén Belinchón, especialista en oncología radioterápica, explica que el Hospital Ruber Internacional ofrece las técnicas más avanzadas para administrar este tratamiento, como la radioterapia guiada por imagen y la radiocirugía robótica, que permite tratar lesiones de forma precisa y segura.
“Según su localización, la radioterapia con técnicas de intensidad modulada, imagen guiada y control del movimiento se administra antes o después de la cirugía o, en ciertos casos, de forma exclusiva. En aquellos pacientes en los que la enfermedad recidiva y es necesario valorar una reirradiación, o cuando existe un número limitado de metástasis, la radiocirugía robótica con CyberKnife permite en pocos días tratar estas lesiones de forma segura, exacta y precisa»
Desde el punto de vista del diagnóstico por imagen, el doctor Fernando Herraiz señala que las técnicas como la resonancia magnética y la tomografía por emisión de positrones son esenciales para planificar el tratamiento y seguir la evolución de los pacientes.