Lo más importante no es conocer historias, sino poder contarlas. Esta filosofía es la que ha dominado la celebración de un cumpleaños más para la Fundación Jiménez Díaz, uno de los hospitales de referencia en Madrid y en España y el número uno en último Índice de Excelencia Hospitalaria.
El nuevo aniversario de la FJD se ha celebrado hoy con la intención de festejar los 87 años del Instituto de Investigaciones Clínicas y Médicas y los 67 de la Clínica de la Concepción. Son muchos años en donde se han desarrollado multitud de historias. Unas se han podido seguir contando y otras, desgraciadamente, no. Los relatos han sido el tema central de la celebración. Tres pacientes en primera personas han contado su caso (vídeo incluido) compartiendo emociones y recuerdos de lo sucedido últimamente.
3 historias dentro de una gran Historia
Sus protagonistas, Carles Francino, Juan Matute y Rosa– han contado su experiencia tras estar ingresados durante ciertos momentos de la pandemia que estamos viviendo. El primero de ellos es conocido por muchos por su labor periodística en la Cadena SER. Francino ingresó por Covid-19 en marzo de 2021 y, tras sufrir un ictus grave del que fue tratado en la Unidad de Cuidados Intermedios Respiratorios (UCIR) del hospital, se recuperó totalmente. “Compartimos con Carles preocupación y miedo por su agravamiento repentino”, recuerda la Dra. Itziar Fernández, neumóloga de la UCIR, poniendo de relieve el “estrecho vínculo emocional” que se crea con los pacientes “porque en el tiempo que estás con ellos eres todo su mundo”.
“Desde fuera, los hospitales parecen un castillo de lego con figuras diminutas, pero cuando estás dentro, os convertís en gigantes”, dice Francino al acordarse de los profesionales de la Fundación Jiménez Díaz, y asevera: “tenía que agradecer todo lo que hicisteis porque desde ese momento, no lo sabíais, pero ya formabais parte de mi vida y de mi historia”.
El caso de Juan Matute, de tan solo 23 años, se remonta a la primera ola de la pandemia. El paciente no ingresó por Covid-19 sino por un derrame cerebral. Llegó a la Fundación Jiménez Díaz después de que otro gran hospital madrileño le dijera que no podía hacer nada por él. “Los doctores les dieron a mis padres un 1% de probabilidades de que saliese de allí sin secuelas, y si ese porcentaje estaba en algún sitio, sin duda alguna, era en la Fundación Jiménez Díaz”, dice este jinete profesional que fue intervenido en la Fundación Jiménez Díaz con técnicas pioneras y, apenas tres meses después, volvía a entrenar y a competir. El sueño olímpico volvía a estar en su cabeza.
Rosa llegó a la Fundación con un cáncer hematológico diagnosticado que requería tratamiento urgente en una habitación de aislamiento cuyo inicio coincidía -y por tanto ponía en peligro-, con el sueño de su vida: estar en el parto inminente de su primera nieta. Y como, en palabras de Patricia Jiménez, supervisora de paritorio que asistió en el nacimiento de la pequeña, “para nosotros el tratamiento es mucho más que la medicación”, todos los compañeros de Hematología y Ginecología se movilizaron y coordinaron para que Rosa pudiera ver nacer a su nieta, enfatiza por su parte la Dra. Laura Solán, hematóloga del hospital.
Premios y homenajes
En el marco del aniversario se repartieron los 18os Premios de Investigación y los 6os Reconocimientos a las Mejores Iniciativas en Salud, Experiencia del Paciente y Eficiencia. Fueron entregados por la Dra. Carmen Ayuso, directora del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz, Álvaro de la Parra y el Dr. Óscar Gómez, director de Continuidad Asistencial del hospital.
Asimismo, se rindió homenaje a trabajadores que han alcanzado los 25 años de antigüedad, los familiarmente llamados “conchitos”. 56 trabajadores recibieron diplomas en reconocimiento al cuarto de siglo en activo dentro de la organización.
