En los últimos años, la industria de las finanzas ha experimentado una auténtica revolución con el desarrollo de empresas de finanzas tecnológicas o FinTech, basadas en la productiva asociación de las finanzas y la tecnología. Podría decirse que son las nuevas compañías complementarias o alternativas a los bancos, capaces de simplificar cada vez más procesos financieros cotidianos, como los créditos, los seguros, la gestión del patrimonio o las inversiones.
Entre las empresas de crowdfunding, lending, servicios financieros para particulares o empresas, herramientas de inversión, criptomonedas / blockchain y verificación de identidad, fraudes y scorings que componen el ecosistema FinTech español, el real estate crowdlending o crowdlending inmobiliario supone una de las mayores oportunidades que tienen los inversores en nuestro país.
[blockquote style=»1″]En el crowdlending (P2P), un vehículo de inversión recientemente regulado por un nuevo marco jurídico pionero en España (Ley 5/2015 de fomento de la financiación empresarial), el inversor se convierte en acreedor[/blockquote]
El crowdlending (de la unión de las palabras crowd o multitud y lending o préstamo) permite que un proyecto pueda ser financiado por una pluralidad de inversores a través de una Plataforma de Financiación Participativa (PFP) sin la mediación de un banco o una entidad financiera tradicional, haciendo accesible a los particulares la inversión y ahorro en sectores como el inmobiliario.
Debido al liderazgo mundial de España en temas de construcción, su importante patrimonio inmobiliario y a los actuales tipos de interés, que están prácticamente al cero, democratizar el acceso a la inversión en inmuebles es una excelente forma para que los particulares obtengan una rentabilidad interesante sobre sus ahorros, más aun teniendo en cuenta que ya existen compañías que prestan el acceso a estos servicios de manera sencilla y a golpe de click.
Además, la recuperación económica es un hecho que se está viendo también en la promoción inmobiliaria, especialmente en las grandes ciudades, por lo que no es de extrañar que se estén desarrollando nuevas vías de financiación que dan respuesta al cierre del crédito bancario y al freno de la promoción inmobiliaria que tras la crisis económica de 2008 ha venido dificultando la puesta en marcha de proyectos inmobiliarios viables y solventes, con evidentes posibilidades de éxito.
Es lógico que, según la consultora inmobiliaria Colliers Internacional, España esté experimentando una clara reactivación de la construcción de inmuebles, lo que permitirá compensar el escaso stock de vivienda de obra nueva existente en determinadas zonas geográficas y ayudará a equilibrar el ratio de viviendas vendidas sobre las viviendas construidas.
En el crowdlending (P2P), un vehículo de inversión recientemente regulado por un nuevo marco jurídico pionero en España (Ley 5/2015 de fomento de la financiación empresarial), el inversor se convierte en acreedor. Se trata de una modalidad de crowdfunding más conveniente que la donación (donation), recompensa (reward) o inversión (equity) para quienes quieren conocer la rentabilidad que recibirán por su dinero y los plazos asociados a la devolución de su préstamo desde el primer momento.
[blockquote style=»2″]En el crowdlending (P2P), un vehículo de inversión recientemente regulado por un nuevo marco jurídico pionero en España (Ley 5/2015 de fomento de la financiación empresarial), el inversor se convierte en acreedor.[/blockquote]
Aunque toda inversión conlleva cierta inseguridad, en el caso del crowdlending inmobiliario, la relación rentabilidad – riesgo es muy interesante. Además, existen diversos mecanismos de intervención con el objetivo de garantizar la seguridad del inversor. Desde una fase inicial en la que una empresa de recobros reclama la deuda, hasta la pignoración de las acciones de la sociedad financiada, pasando incluso por la ejecución de la garantía hipotecaria del activo financiado.
[blockquote style=»1″]Se percibe que el panorama inmobiliario está avanzando a pasos agigantados, el sector vuelve a ser uno de los que concentra un mayor número de ahorradores nacionales y extranjeros[/blockquote]
La seguridad es, precisamente, uno de los pilares de CIVISLEND, una de las 21 plataformas de inversión colectiva. Desde nuestra PFP de crowdlending, pionera en el sector inmobiliario en España, conectamos a promotores inmobiliarios que buscan una fuente de financiación complementaria a la bancaria e inversores interesados en obtener una atractiva rentabilidad.
Además de estar autorizada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y por el Banco de España, disponemos de determinados mecanismos y herramientas que nos permiten velar por los intereses de los inversores porque sabemos que la confianza es esencial.
La rentabilidad es otro factor clave para los inversores y para CIVISLEND, que ofrece un tipo de interés anual que oscila entre el 6% y el 12%, en función del scoring del proyecto, lo que convierte al crowdlending en una inversión altamente recomendable, ágil, directa y transparente.
En un momento en el que el inversor disfruta de gran autonomía en la toma de decisiones y, en consonancia con los últimos datos, se percibe que el panorama inmobiliario está avanzando a pasos agigantados, el sector vuelve a ser uno de los que concentra un mayor número de ahorradores nacionales y extranjeros.
A lo largo de este último año, se han empezado a observar evidentes síntomas de reactivación que, de cara al futuro, generan ciertas expectativas y que, de algún modo, se convierten en retos para el desarrollo del crowdlending en nuestro país.
Desde plataformas como CIVISLEND, será fundamental proteger la confianza que nos brindan los inversores, ya que depositan en nuestras manos algo tan importante como la gestión de sus ahorros. Por otro lado, otro de los retos consistirá en alcanzar el equilibrio entre los plazos de financiación que demandan los proyectos y el horizonte de inversión que se establecen los inversores.
Todo ello, sin perder de vista que el negocio del crowdlending cuenta con la legitimidad de un sistema de regulación, amparado en el reconocimiento oficial de instituciones que actúan como garantes y en el crecimiento de un sector que previsiblemente continuará al alza.